Los motivos que desencadenan esta reacción pueden ser muy diversos y de intensidad variable: ruidos, objetos extraños, otros perros, niños, etcétera. Cada individuo tiene sus miedos y distintos umbrales de reacción ante los estímulos que lo desencadenan (grado de intensidad que se requiere para que se desate la reacción del individuo, pues hay perros que reaccionan cuando se les da una palmada y otros que sólo lo hacen cuando estalla un cohete, por ejemplo). Nuestros perros suelen tener miedo ante estímulos novedosos, intensos, que perciben como peligrosos y/o ante la interacción con otros seres vivos.
¿QUÉ ES EL MIEDO? El miedo es una reacción vital para la supervivencia que está presente en todos los animales. Una reacción primitiva ante algo que nos resulta amenazante o que no controlamos. Los animales que no muestran miedo no van a vivir lo suficiente como para poder transmitir sus genes, para reproducirse. Un perro que no tiene miedo a los coches es fácil que termine golpeado si no se separa cuando uno se aproxima.
A lo largo de su vida, todos los perros mostrarán, en algún momento, miedo ante alguien, la buena noticia es que hay muchas cosas que podemos hacer para prevenirlo, aliviarlo y mantenerlo bajo control (en nosotros y en nuestros perros).
Lo mejor es siempre la prevención:
- Valorar los antecedentes de los progenitores de nuestros cachorros (para evitar el componente genético de timidez) antes de llevarlo a casa. En especial, si los progenitores mostraban miedo a los ruidos sería conveniente que sigamos buscando en otras camadas.
- Realizar la socialización temprana y la exposición controlada a los estímulos (en su duración e intensidad) del entorno. La labor que hagamos en la etapa de socialización del cachorro es fundamental para lograr que el cachorro crezca confiado y seguro y llegue a ser un perro adulto sin miedos. Hay que hacerlo de forma gradual.
- Un enriquecimiento del entorno, con permanentes cambios, en el que criamos a nuestros cachorros, desde sus primeros días, ayudará a reducir sus umbrales de reacción y a mejorar su capacidad para gestionar y afrontar las nuevas situaciones que encuentre a lo largo de su vida, a reaccionar sin miedo.
- Manejar, manipular, tocar y exponer al cachorro a moderados niveles de estrés, con distintos tipos de personas, objetos y sonidos, facilitará su adaptabilidad y reducirá sus niveles de reacción ante objetos desconocidos en el futuro, incrementará sus niveles de confianza. Un manejo correcto proporcionará experiencias positivas que harán que nuestro cachorro llegue a ser un perro adulto confiado y seguro con el que poder convivir.
Si tenemos un perro adulto con miedo, de intensidad media o alta (a los perros, personas, ruidos o cualquier otra cosa) lo mejor que podemos hacer es ponernos en contacto con un profesional que establezca y desarrolle un programa de contra condicionamiento. Tenemos que saber que este procedimiento requerirá tiempo, paciencia y la colaboración de mucha gente, y que durante el proceso será fácil que nuestro perro sufra recaídas, hasta que podamos alcanzar unos niveles de respuesta aceptables para la convivencia, aunque siempre tendremos que estar pendientes y atentos para proteger al perro y evitar las situaciones que resulten extremas.