Schnauzer miniatura
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:19h
Con unos orígenes muy inciertos, pero directamente emparentado con el Schnauzer mediano -el primero en llevar el nombre de Schnauzer de las tres razas que pueden presumir de llamarse así- el más pequeño de esta familia bien avenida combina como pocos perros la alegría más contagiosa con una asombrosa inteligencia que le ha llevado a desempeñar múltiples papeles junto al hombre. Esto, siempre unido a una impresionante apariencia, donde la belleza y la elegancia le llevan a acaparar todas las miradas allá por donde pasean.
Historia y origen
Redacción
No se ha conseguido fijar con objetividad y pruebas cuándo nació y cómo lo hizo exactamente el Schnauzer. Como ocurre con otras muchas razas caninas, sus orígenes quedan diluidos cuando intentamos acercarnos a ellos. Las diferentes teorías defienden distintos cruces en épocas cercanas en el tiempo, pero parece que la que más fuerza ha sumado con el paso del tiempo y tras muchas investigaciones es la que nos sitúa en la Alemania del siglo XIV, cuando los artesanos y ganaderos del país centro europeo viajaban por todo el país para llegar a los mercados donde vendían sus productos. Estos viajes exponían sus valiosas mercancías a los ladrones, razón por la cual buscaron la ayuda de perros guardianes que fueran capaces de mantener lejos a esos delincuentes. Esos perros podían viajar junto al carro o dentro del mismo, lo que exigía que su tamaño, además de ser lo suficientemente grande para resultar disuasorio, no quitase demasiado espacio en el carro a las mercancías que se transportaban.
A su vez, los mercaderes también exigían que el perro acabase con los roedores de los establos y en casa, e incluso los había que lo usaban para la caza.
PRIMERAS IMÁGENES
Durero incluyó en varios de sus cuadros a perros que tienen muchas similitudes con el Schnauzer tal y como lo vemos hoy. Este reconocido renacentista alemán de los siglos XV y XVI pintó, por ejemplo, su Virgen con muchos animales, obra del año 1492 en la que en primer término observamos a un perro como los que mencionamos. La hipótesis que se ha mantenido hasta nuestros días es que el perro que aparece en varias de sus obras debía ser de su propiedad, puesto que aparece (el mismo) con más edad a medida que pasaba el tiempo. A su vez, este tipo de perro aparece en obras de otros destacados artistas, como Lucas Cranach el Viejo, en su “Corona de Espinas, de 1501, o incluso en obras de Rembrandt. Así, encontramos obras pictóricas con perros muy parecidos al Schnauzer actual desde el siglo XV, aumentando su presencia en la pintura artística en los siglos siguientes.
Se le llegó a llamar terrier alemán, pero el Schnauzer cuenta con poca o ninguna sangre de terrier. También se le conoció como wirehaired pinscher, o pinscher de pelo largo, como así consta en los registros de la Exposición de Hannover de 1879. En este evento participaron tres ejemplares del criadero Wuttemberg, propiedad de C. Berger. El ejemplar mejor clasificado en la exposición llevaba por nombre “Schnauzer”. Los expertos coinciden que este hecho fue clave para que los ejemplares de Pinscher de pelo duro pasasen a conocerse de manera oficial como la conocemos hoy.
Ambas razas compartieron una primera época en la que en una misma camada nacían perros de pelo liso (tipo Pinscher) y de pelo duro (tipo Schnauzer). Tanto es así que a finales del siglo XIX, en 1895, se crea el Club Alemán del Pinscher-Schnauzer, y se redacta el primer estándar oficial a la vez que se crea el libro de registros de raza.
Las tres razas de Schnauzer se incluyeron en la misma sociedad canina que gestionaba los Pinscher, algo que se ha mantenido hasta la actualidad.
El Mittelschnauzer, como así se le conoce en Alemania (standar Schnauzer en Estados Unidos) fue el que dio origen a las otras dos razas que llevan el mismo nombre, pero con distinto adjetivo referente a su tamaño: gigante y la raza que nos ocupa, miniatura. En estos casos, las variaciones del tamaño no es lo único que les diferencia, pues para obtenerlas se acudió a razas distintas, y el apellido “Schnauzer” se incorporó en estos comienzos de estas razas por la característica común del abundante pelo que crece en el hocico.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Schnauzer adquirió un papel de gran relevancia dentro de las filas germanas. Fue utilizado como perro correo y acompañaba a muchos soldados destinados a la Cruz Roja. Ejércitos de países como Inglaterra o Estados Unidos lo conocieron durante la contienda y se llevaron consigo muchos ejemplares cuando acabaron las hostilidades. Así, la llegada del Schnauzer al Reino Unido y Norteamérica, a pesar de haber comenzado con los inicios del siglo XX, fue más notable en la segunda década del siglo pasado.
Un carácter especial
Angélique Zimmermann (Los Mostachos)
Llevo amando, disfrutando, conviviendo con, exponiendo y criando el Schnauzer miniatura en la variedad negra cerca ya de 14 años. Tener un perro te cambia la vida para siempre y para mejor. Te abre un mundo nuevo el cual no te imaginabas que existía, un mundo mágico. Tener un perro de esta raza le da otra dimensión a la vida si le dejas acercarse a ti y entrar en tu corazón.
El primer Schnauzer mini que tuve el placer y el honor de conocer fue la hembrita “Mistela de Oro Negro”. Ella era un Schnauzer en todos los sentidos, con carácter guardián pero equilibrado, una princesita dulce y cariñosa que se enfrentaba a la vida con paciencia y valor. También era muy guapa. La presenté en un par de exposiciones en mi tierra natal, que es Suecia, y enseguida se hizo campeona. Ella es la base de mi cría y el comienzo de mi pequeño criadero, Los Mostachos.
Hace poco me tuve que despedir de Mistela para siempre. Llegó casi a los 14 años de edad y la echo mucho de menos. Pero sé que sigue junto a mí de algún modo en sus hijos, nietos, bisnietos, etcétera, y eso me reconforta. Ella fue una gran embajadora de los Schnauzer miniatura porque se hizo querer y convenció a tanta gente que tenía un concepto equivocado y anticuado de la raza.
El Schnauzer mini bien criado y educado no es un perro pendenciero, ladrador y nervioso. Al contrario, destaca por ser un perro tranquilo en casa, que se adapta a su dueño, muy cariñoso. El sitio en el que se siente más a gusto es en los brazos de su dueño o acurrucado junto a él. Si vive en familia, querrá a todos sus miembros, pero suele elegir alguien con quien siente más confianza para entablar una relación especial.
En cambio, en el exterior, ya puedes hacer cualquier actividad que te apetezca, tu Schnauzer mini se apunta. Paseos, visitas (y si le has enseñado a comportarse, los amigos estarán encantados) viajes, agility, caminatas, obediencia, exposiciones, rastro de personas, objetos, sangre…, incluso le puedes enseñar a buscar las setas en el bosque. Él lo hará todo demostrando siempre esa alegría que le caracteriza y esa fuente inagotable de energía.
Lo único que no le sienta bien es que le dejes solo. Con esto no quiero decir que nunca puede quedarse en casa un ratito solo. Un perro adulto puede estar un máximo de seis horas diarias sin sus humanos. Más puede crear problemas de conducta.
Un Schnauzer mini quiere estar con los suyos, y tienen el tamaño perfecto para ello. Le puedes llevar a un avión o a un ferri si le compras un bolso o trasportín adecuado. Te puede acompañar a navegar si lo equipas con un chaleco salvavidas para perros.
Yo llevo a mis perros a todas partes y también de vacaciones. Y muchas veces mis amigos con cuatro patas me enseñan sitios excepcionales que no hubiese visitado a no ser por ellos. Se ganan muchos contactos sociales porque la gente te habla más cuando vas con tu amigo perruno.
UNA CRÍA RESPONSABLE
Lo que me movió para comenzar a criar fue la sensación de querer compartir esta maravillosa raza con los demás. Para mí es importante que se vigile el carácter y la salud en la cría. Intento criar perros sanos haciendo las pruebas adecuadas a los progenitores y teniendo muy en cuenta la consanguinidad, protegiendo y socializando los cachorros a conciencia para que tengan un templado carácter.
Después, hago muchos esfuerzos por emparejar el cachorro más indicado con la persona o familia de destino y con lo que esperan obtener de su perro.
EL CACHORRO IDEAL
Lo que debe de imperar cuando se busca a un cachorro no es elegir el lugar donde antes y más barato lo consigamos. Deberíamos seleccionar al criador que genere confianza porque sepamos que hace las cosas bien. La espera es lo de menos si al final conseguimos a nuestro mejor amigo.
Es aconsejable conocer los perros criados por el criadero en cuestión. Así nos podemos hacer una idea de si nos gusta y cómo va a ser. Va a convivir con nosotros quizás 14 ó 16 años.
Sé, desde todas mis experiencias vividas, que el esfuerzo invertido en la búsqueda del cachorro indicado vale la pena. Un Schnauzer miniatura puede hacer tan feliz a una persona…