Son muy tragones y es necesario tener cuidado de no dejar que cojan peso de más. También es conveniente partir la comida en dos tomas y no darles de comer antes o después de hacer ejercicio para prevenir la torsión de estomago.
Necesitan hacer ejercicio todos los días, pero con un par de salidas de 20 minutos en las que poder correr y desfogarse tendrán suficiente. Si podemos hacer este paseo más extenso y disfrutar de un buen recorrido por el campo una vez a la semana, pues mucho mejor. También podemos hacer deporte de manera más seria y no es raro encontrar Rhodesian Ridgeback practicando canicross, agility o cazando.
Cuidar y mantener el pelo limpio es muy simple. Una manopla de goma quitará los pelos muertos y una gamuza húmeda eliminará la suciedad. El día que queramos bañarlos podremos usar un champú de perros de pelo corto.
Como con cualquier otro perro, tendremos al día desparasitaciones y vacunas y mucho cuidado con las espigas en nariz, ojos y orejas.
Los cachorros, como son de raza medio grande, necesitarán un pienso especial, pero si es bueno, no requerirán ningún suplemento especial.
Crecen muy rápido y tendremos cuidado de no forzarles a hacer ejercicio, lo mejor es dejar que ellos, con el juego, hagan el ejercicio necesario.
Si bien, el primer cuidado para un cachorro es saber que padres y abuelos son perros sanos y nunca está de más acercarse a conocerlos. Conviene no dejarse enredar por charlatanes que nos quieran confundir. No tener el color que dice el estándar o no tener el ridge no es tener ninguna enfermedad o nada parecido. Simplemente no serán Rhodesian con los que podamos ganar exposiciones, pero pueden ser tan sanos como el mejor de los campeones.