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Foto Alberto Nevado - El Mundo del Perro.
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Foto Alberto Nevado - El Mundo del Perro.

Enfermedades más frecuentes que afectan al Bull Terrier

Rafael Candela Ortiz, veterinaria de CBTE.

Los Bull Terrier son perros generalmente fuertes y con buen estado de salud pero, como ocurre con otras razas de perros, hay determinadas enfermedades que afectan a los Bull Terrier que tienen un carácter genético y, por tanto, hereditario. Estas enfermedades hereditarias deben tenerse en cuenta a la hora de seleccionar ejemplares para la cría con el fin de obtener Bulls perfectamente sanos. Muchas de estas enfermedades han sido perfectamente estudiadas y en algunas de ellas se ha conseguido establecer pruebas genéticas para su diagnóstico aunque todavía quedan mucho camino por recorrer. Sólo mediante el conocimiento de estas enfermedades y la realización de una cría responsable con ejemplares sanos se lograráerradicar dichas enfermedades para la mejora de la raza.

ENFERMEDADES DEL RIÑÓN
Desde hace años se ha detectado la tendencia de algunas líneas de Bull Terrier a desarrollar problemas en los riñones que llevan a desarrollar una insuficiencia renal crónica. En algunos casos aparecen riñones muy pequeños y subdesarrollados o llenos de quistes que son fácilmente detectables por ultrasonidos pero en otros los riñones presentan una estructura aparentemente normal pero con un defectuoso funcionamiento. Estas enfermedades pueden aparecer en cualquier momento de la vida del perro y a menudo son el resultado de una muerte prematura. Son dos las enfermedades renales más frecuentes que pueden presentar nuestros Bull Terrier: la enfermedad poliquística renal (PKD- poliquistic kidney disease) y la Glomerulonefritis hereditaria. La forma de transmisión hereditaria de estas enfermedades aún no está del todo clara pero se sabe que ambas son enfermedades autosómicas dominantes. De momento no existen pruebas de ADN para su detección pero si pruebas de cribado que permiten sospechar de indicios de desarrollar dichas enfermedades en la edad adulta.

Enfermedad poliquística renal. Es una condición en la que ambos riñones desarrollan quistes en la corteza y médula renal que producen una destrucción de los mecanismos de filtración del riñón que conducen al desarrollo de una insuficiencia renal irreparable. El número y tamaño de los quistes es variable pero el número no varía con la edad, pero sí su tamaño.

Al ser una enfermedad autosómica dominante puede ser eliminada de la raza mediante una cría selectiva, puesto que no hay portadores. Esto es, eliminando los animales con esta enfermedad de la cría.

Glomerulonefritis hereditaria del Bull Terrier. se entiende por glomerulonefritis a una enfermedad glomerular de carácter inflamatorio que afecta de forma primaria al glomérulo alterando sus funciones de filtración. Secundariamente puede extenderse a otras partes de la nefrona (unidad funcional del riñón) como los túbulos renales. Es una enfermedad que suele tener un carácter progresivo que conduce a una insuficiencia/fracaso renal crónico. Todavía no está clara la causa de la enfermedad pero se sabe que tiene un marcado carácter familiar en el caso del Bull Terrier.

ENFERMEDADES DEL CORAZÓN
Las malformaciones cardíacas parecen ser debidas a la interacción entre factores ambientales y genéticos, aunque en la mayor parte de los casos no se puede identificar el agente causal a nivel individual. Varios estudios han puesto de manifiesto las predisposiciones raciales para determinadas formas de enfermedades cardiacas congénitas en perros, así como los modelos de herencia. Su diagnóstico se basa en su detección primero e identificación del problema a posterior. Su detección resulta fácil mediante un fonendoscopio ya que estas enfermedades van acompañadas de un soplo-murmullo de grado variable (uno a seis grados), aunque si no se es especialista a veces pueden pasar inadvertidos. Para la identificación concreta del problema hay que incluir la historia y antecedentes clínicos, el examen físico del animal, radiografías torácicas, electrocardiografía y ecocardiografía. El diagnóstico definitivo requiere en muchos casos el uso de la ecocaridografía Doppler. Es correcto informar que algunos cachorros presentan soplos inocentes y leves al nacer que se corrigen con el desarrollo.

En los BT se han descrito dos tipos de anomalías congénitas:

Estenosis de la válvula aórtica. Consiste en una malformación de la válvula aórtica (generalmente por debajo de ella) que provoca una obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo. Esta anomalía evoluciona durante los primeros meses de vida, hallándose generalmente las formas más graves en los animales mayores de seis meses. Esta obstrucción produce una sobrecarga de presión a la que el ventrículo responde con una hipertrofia en su musculatura. Aunque el flujo sanguíneo parece normal en reposo, esta obstrucción hace difícil un incremento normal de la salida de sangre del corazón en respuesta a las necesidades por ejercicio produciendo una disminución a la tolerancia al ejercicio y síncope. Los Bull Terrier con formas leves de estenosis son generalmente asintomáticos y el cuadro clínico más frecuente indicado por los propietarios es el síncope asociado al ejercicio y, a veces, la muerte súbita. El tratamiento debe ir encaminado a limitar el ejercicio y mejorar el llenado del corazón y su funcionalidad mediante medicación recetada por el veterinario.

Displasia de la válvula mitral. En este proceso la malformación afecta a la válvula mitral y produce una regurgitación de dicha válvula causando una sobrecarga de volumen en la aurícula que conduce a su dilatación e hipertrofia del lado del corazón afectado. Todo esto conduce a un fallo cardiaco congestivo con posterior edema de pulmón.

Los signos clínicos del fallo cardíaco pueden aparecer antes del año de edad aunque pueden estar ausentes más tiempo. El diagnóstico definitivo se efectúa mediante ecocardiografía Doppler y su tratamiento se basa en la limitación del ejercicio y en medicación oral, aunque se ha sustituido quirúrgicamente la válvula satisfactoriamente en algunos perros.

ENFERMEDADES DE LA PIEL
Los Bull Terrier, como cualquier otra raza, sufren frecuentemente problemas de piel que cursan con picor, caída del pelo y contaminación secundaria por bacterias o malassezias. Estos problema a menudo parecen estar relacionados con procesos alérgicos y con cierto carácter estacional. No está demostrado que los Bull Terrier sean particularmente susceptibles de sufrir enfermedades de la piel pero se piensa que, en los perros que los sufren, su sistema inmunitario no sea lo suficientemente fuerte para hacer frente a estos problemas. Hasta ahora la única enfermedad de piel que sufren los Bull Terrier y que se sabe que tiene un carácter hereditario es la Acrodermatitis letal.

Esta alteración es un síndrome hereditario del Bull Terrier que se caracteriza por retraso en el crecimiento del cachorro, acrodermatitis (dermatitis de las extremidades), pioderma (infección de la piel), panadizo (inflamación aguda de las almohadillas), diarrea, neumonía y trastorno del comportamiento que desemboca en la muerte antes de los 15 meses de edad. Se hereda con carácter autosómico recesivo por lo que existen individuos portadores. Existen indicios que hacen pensar que existe una menor capacidad de absorción del cinc en los animales afectados.

EFERMEDADES AUDITIVAS
La sordera en el Bull Terrier se ha reconocido desde el comienzo de la raza. Se piensa que puede haber entrado en la raza en los cruces de los perros del siglo 19 con el ahora extinto English White Terrier. Otra posible alternativa es que pueda haberse introducido en los cruces que se realizaron con Dálmatas en el inicio de la raza ya que éstos presentan hoy en día la incidencia más alta de sordera hereditaria. Hoy en día, todavía no está claro el mecanismo por el cual se hereda la sordera. Se pensó que era causada por un gen recesivo simple pero actualmente se piensa que tiene un carácter multifactorial en el que existen varios pares de genes involucrados, algunos de los cuales pueden ser genes dominantes. Estudios recientes en EE.UU. han concluido que un 18 por cien de los perros blancos puedan ser sordos. Durante muchos años se pensó que la sordera hereditaria se limitaba a los perros de manto blanco, sin embargo ahora se sabe que los Bull Terrier de color también pueden verse afectados, aunque con menos frecuencia (un dos por 100 en perros de color en EE.UU.).
ENFERMEDADES MUSCULOESQUELÉTICAS
Luxación congénita de la rótula. La luxación congénita de la rótula tiene un origen hereditario pero el que llegue a manifestarse en el cachorro u adulto está influenciado por factores ambientales y nutricionales poco conocidos.
La luxación produce una cojera posterior intermitente o crónica que aparece en animales de entre dos meses a diez años de edad, asociándose a defectos visibles en la conformación de las extremidades posteriores.
Existen distintos grados en la luxación de la rótula que se han creado con fines quirúrgicos y pronósticos:
Grado 1: la rótula se puede luxar manualmente, pero vuelve a su posición normal al soltarla.
Grado 2: la rótula se luxa con la flexión de la rodilla o la manipulación manual, y permanece luxada hasta que se vuelve a extender la rodilla o se reduce mediante manipulación.
Grado 3: la rótula muestra una luxación continua, pero se puede reducir manualmente.
Grado 4: la rótula muestra una luxación continua y no se puede reducir manualmente.

Actualmente no existe ninguna prueba de genética definitiva para su detección salvo la manipulación de las rodillas por parte del veterinario que valorará la existencia o no de luxación y el grado de la misma, tanto en el cachorro como en el adulto. Los Bull Terrier con luxación de grado 1 suelen exhibir cojera sólo ocasional o temporal, y en general no desarrollan enfermedad articular degenerativa secundaria por lo que no precisan de corrección quirúrgica como sucede en el resto de grados.

ENFERMEDADES OCULARES
Luxación primaria del cristalino (PLL- primary lens luxation). La luxación primaria del cristalino es una enfermedad hereditaria que afecta al Bull Terrier Miniatura. Tiene un carácter autosómico recesivo. Se produce cuando las fibras zonulares o ligamentos del aparato suspensor del cristalino, encargadas de mantener el cristalino en su posición normal, se rompen de forma parcial (provocando una subluxación) o total (luxación), dando como resultado una posición anormal del cristalino.

Al ser una enfermedad autosómica recesiva se ha podido clasificar genéticamente a los animales comoLibres (no son portadores de la mutación del gen responsable),Portadores (son portadores del gen pero no desarrollarán la enfermedad) oAfectados (son portadores del gen y desarrollarán la enfermedad). Esta prueba genética permitirá, junto con una cría responsable, erradicar la enfermedad de la raza.

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