Ambos procedimientos los realiza el veterinario, son sencillos y rápidos. También es aconsejable realizar una analítica previa a nuestra perrita para saber que está completamente sana y que no tiene anemia ni ningún otro trastorno.
Una vez que sabemos los días de ovulación y la hembra está receptiva, entramos en la fase de lo que sería el cruce o monta. Nosotros en nuestro criadero preferimos la monta natural, aunque todo depende de que el macho quiera montar y de que la hembra se deje, en caso de que no se puede realizar naturalmente se procede a la inseminación artificial.
Si es monta natural, una vez que el macho ha anudado dentro de la vagina de la hembra se quedan unidos durante 10-20 minutos aproximadamente. Si por el contrario hay que hacer una inseminación, es recomendable que la haga un veterinario o hacerla en casa si se tiene práctica, ya que es fácil introducir la sonda en la vejiga en vez de en la vagina. Muchos veterinarios, a la hora de inseminar a la hembra, mezclan el semen con suero para así asegurar que la hembra queda cubierta. Esto tiene sus pros y sus contras. La hembra queda cubierta pero llegan todos los espermatozoides al óvulo, tanto los fuertes como los más débiles. De lo contrario, si se introduce el semen puro, sólo llega al óvulo el esperma más fuerte. Con una buena práctica, buen material y experiencia se puede hacer una buena inseminación y la hembra queda perfectamente cubierta. En nuestro caso, repetimos el cruce tres veces para asegurar el embarazo.
El embarazo se prolonga entre 60 y 64 días, dependiendo de la hembra y, aunque parezca raro, de los cambios lunares. Una vez se ha inseminado o se ha realizado la monta natural, tenemos que esperar unos 25-30 días para saber si nuestra hembra está embarazada. Hay hembras a las que desde el principio se le empiezan a notar los primeros síntomas de embarazo. El más notable, como hemos mencionado antes, es el hinchazón de la vulva. Si la hembra está embarazada sigue hinchada hasta el momento del parto, de lo contrario, se le empieza a contraer progresivamente. Otro signo es que los pezones se le van hinchando poco a poco. Hasta que finalmente empieza a engordar.
Al mes de gestación se puede realizar una ecografía para confirmar el embarazo y también para saber que todo está en orden, en ella se pueden ver los cachorritos, sus corazones, cómo se mueven, es algo precioso. Una semana más o menos antes del parto se puede notar a los cachorros dentro de la barriga de su madre dando patadas y moviéndose. Durante el embarazo y la lactancia es recomendable una muy buena alimentación, el veterinario puede aconsejar.
EL PARTO
Entramos ahora en la fase del parto, que para nosotros es la fase más compleja, difícil y bonita de todo este proceso. Muchas personas optan por la cesárea programada, la cual asegura que casi todos o todos los cachorros vivan y la hembra no sufra los dolores del parto y el estrés que algunas perritas padecen, pero tiene su lado negativo y es que sometemos a nuestra perrita a una anestesia y a un post operatorio. Nosotros preferimos el parto natural. En caso de que sea cesárea el veterinario les dirá los pasos y todas las indicaciones a seguir.
Al ser una raza pequeña, a veces nos encontramos con que las hembras tienen dificultades para dar a luz. La gran mayoría de ocasiones esto viene causado porque el cachorro es un poco más grande o que se queda atravesado en el canal del parto.
El parto empieza con la expulsión del tapón, que no es otra cosa que una mucosidad verdecilla o transparente y viscosa. En ese momento debemos de poner a nuestra perrita en un lugar tranquilo en el que ella se pueda relajar y poder concentrarse, ya que puede estresarse, sobre todo si es primeriza y no sabe a lo que se enfrenta.
Empezarán las contracciones, los jadeos, los temblores, la espalda se le arquea y la temperatura le aumentará. La dilatación puede variar de una perra a otra incluso de un parto a otro. Lo normal es que en unas horas esté todo listo. Como precaución, en el momento en que la hembra rompe aguas es bueno avisar a nuestro veterinario por si la cosa se complica o vemos algo raro.
Una vez que nuestra hembra empieza a empujar es que viene un cachorro. La vulva se empezará a hinchar, poco a poco y a base de empujones el cachorro nacerá. Cuando esté fuera hay que tener mucho cuidado. Abrirle la placenta, sacarle el líquido de la nariz, abrirle la boca y cortarle el cordón. Para sacarle el líquido, o bien se sacude suavemente o se pone boca abajo y se ve como le sale poco a poco por la nariz. El cordón se le corta y se le anuda un hilo de seda. Hay que tener mucho cuidado, ya que es una raza muy fuerte y son cachorros que nacen moviéndose, dando patadas y chillidos. En cuanto nace el primero hay que esperar un intervalo de entre 15y 30 minutos hasta que nazca el siguiente.
Como hemos dicho antes, se puede quedar un cachorro atrancado en el canal. Hay veces que vemos a ese cachorro y en ocasiones, con mucho cuidado y con la experiencia necesaria, la podemos ayudar a parirlo si tiramos de él. Todo esto con mucho cuidado, ya que podemos hacer daño tanto a la madre como al pequeño.
Normalmente suelen venir entre uno y siete cachorros. Para asegurarnos de que nuestra hembra ha tenido a todos sus pequeños lo aconsejable es llevarla al veterinario a que le hagan una revisión y también se aprovecha y les echa un vistazo a los cachorros.
Desde el momento en el que nacen, ya pueden mamar. Si la hembra es buena lo mejor es la lactancia materna. En caso de no poder ser así, se le alimentará a biberón. En nuestro caso tenemos la suerte de que nuestras hembras tienen un gran instinto maternal y nuestros cachorros se crían con leche materna. Durante los primeros días comen cada tres horas más o menos, dependiendo de lo glotones que sean, que por lo general lo son y mucho. Es aconsejable retirar los pequeños a la madre para que ella también descanse y desconecte un poco.
La lactancia dura aproximadamente unos 20 ó 25 días. Desde el momento en que empiezan a salirle los dientes se les puede mezclar un buen pienso de cachorro con leche específica para cachorros, y preparamos una mezcla que les encanta. Así evitamos que le hagan heridas en las mamas a la madre. Poco a poco se van reduciendo las tomas y finalmente se retira la leche de la madre por completo.
Los cachorros empiezan a abrir los ojos a los 10 días más o menos y empiezan a querer andar. A los 15 días ya se van volviendo revoltosos empiezan los juegos. A los dos meses el cachorro está listo para entregar a su nueva familia.