En términos generales, el bozal está muy mal visto. Tiene mala fama. Pero ¿Nos hemos preguntado alguna vez porqué? Pues, generalmente, porque lo asociamos a la agresividad. Solemos asociarlo a las mordeduras.
¡Como si los perros con la boca no hiciesen otra cosa más que morder!
En primer lugar, debemos pensar que un perro hace con la boca todo aquello que nosotros haríamos con las manos, cogen, sujetan, abren, cierran, transportan, limpian, acaricia, y. por supuesto, también pueden morder.
Cuando empecemos a tener en cuenta este punto de vista, empezaremos a ver el bozal como lo que es fundamentalmente: una herramienta educativa.
Si consideramos que la educación de un perro consiste, principalmente en impedirle hacer lo que no le está permitido y como consecuencia, hacerle adquirir las costumbres que nos interesa que adquieran. Si impedimos que haga con la boca las cosas que no debería hacer, con un poco de tiempo se habituará a no hacerlo. Pero no podemos permitirnos descuidos, pues entonces la costumbre no se afianza, por lo que debemos mantener una vigilancia constante. Pero cuando no estamos presentes e incluso estando, si tenemos descuidos, el bozal nos garantiza que el perro no hará con la boca las cosas que no debe hacer. Evitando de este modo los destrozos de los muebles, de los zapatos, de las plantas del jardín o de las macetas., etc…
También es muy útil para evitar que los perros, sobre todo los cachorros ingieran alimentos en la calle, pues pueden ser fuente de enfermedades cuando no de envenenamientos. Así como para evitar la coprofagia (ingestión de excrementos) que es algo inherente en los perros y principalmente en los cachorros, pero que puede ser muy perjudicial.
Desde luego, cuando se le pone un bozal a un perro por primera vez puede parecer una crueldad, puede que nos entren ganas de quitárselo, pues vemos como se lo intenta quitar, viene a pedir ayuda restregándose con nuestras piernas, contra el suelo o contra las paredes. Pues tenemos que tener muy presente que si se lo quitáramos acabaríamos de enseñarle qué es lo que tiene que hacer para que se lo quitemos, y tendremos al perro frotándose permanentemente contra todo lo que pueda hasta que se lo quitemos.
Por último, trataremos un punto de especial importancia: cómo poner el bozal.
Existen muchos modelos de bozales en el mercado, unos mejores que otros y algunos de características especiales por ser para perros con estructuras craneales especiales o para trabajos especiales. Cuando pongamos un bozal a un perro, debemos asegurarnos de que no se lo va quitar él solo, ya que es seguro que lo intentará. Por lo que el bozal debe estar muy bien apretado y si vemos que así no puede respirar es que no hemos elegido el bozal adecuado para nuestro perro. Una vez puesto y apretado, deberemos comprobar que no se le clavan los bordes y que no le presionan en la comisura de los ojos. Entonces estará bien puesto y no le haremos el más mínimo caso cuando intente exigirnos que se lo quitemos.
Tened bien presente que, si por no estar bien puesto, consigue quitárselo, habrá aprendido cómo se hace y en lo sucesivo lo intentará con demasiado ahínco, pues ya lo consiguió una vez y pensará que así se hace siempre. Generalmente suelen engancharlo con las uñas y tiran hacia delante. Pues bien, he visto perros que por no ponerle bien el bozal al principio han conseguido quitárselo, por lo tanto han aprendido cómo se hace y después, cuando por fin se aprieta bien, lo han intentado con tal afán que se han dejado alguna uña en el intento, con el consiguiente dolor y la hemorragia correspondiente.
Del mismo modo podemos decir que cuando se acostumbran a llevarlo hacen su vida normal y no les molesta en absoluto. Son capaces de jugar y disfrutar del juego, pasear y disfrutar del paseo, etc, como si no lo llevaran. Además, hay modelos con los que el perro puede beber si está muchas horas solo en casa.
Como resumen de todo lo dicho, no dudéis en ponerle un bozal a vuestro perro si lo necesitáis por alguna razón.
Y agradeceros que hayáis dedicado unos minutos a reflexionar conmigo sobre los perros.