El mismo autor defiende la teoría de que se creó a partir de cruces de Toy Pinscher, Pug y Toy Spaniel.
En el breve resumen histórico oficial editado en su patrón racial se dice que tienen sus orígenes en un pequeño tipo de perro llamado «Smousje» que había en los alrededores de Bruselas y añade que en el siglo XIX hubo un aporte de sangre de King Charles Spaniel y Carlino.
Por otra parte, en la mayoría de tratados sobre la raza se cita a «Miss», una perrita propiedad de un cochero de la Plaza Real, que fue la madre del primer campeón belga «Fox», que también es llamado «Fox van Vleurgaat». Otro ejemplar que también se cita con asiduidad, «Petit Waterloo», fue cruzado con una hembra de Carlino, camada en la que nació «Tom», un ejemplar del que salió una línea con mucha influencia en la raza por producir unas características específicas, amplia cabeza, ojos grandes, cuerpo compacto, pecho profundo y amplio, pero también introdujo el pelo de color negro y la capa de pelo lisa, en algunos casos, y pelo más áspero, en otros.
En un principio los perros de pelo liso fueron descartados pero luego, viendo que aportaban cosas muy favorables a la raza se decidió conseguir reconocerla como variedad aparte. Todavía pasaría un tiempo antes de que los ejemplares de color negro fueran reconocidos como Griffones Belgas y con posterioridad los negro y fuego.
Algún tiempo más tarde se decidió cruzarlos con Toy Spaniel de color «ruby», esto dio a la raza otras características como la nariz muy chata y el color, pero también introdujo un cráneo en cúpula, las orejas más largas y el llamado pie de pato («web-foot»), un problema del pie que llegó a ser tan grande que se decidió eliminar de la cría a los ejemplares que lo tuvieran. Pero el problema aumentó considerablemente, entre otras cosas porque los ejemplares con mejores cabezas tenían este defecto y la raza acabó viniéndose abajo.
Por supuesto, hay distintos estudios sobre el origen y la influencia de otras razas que merece la pena mencionar. Uno de ellos es el artículo que publicó la señorita Warzée, una entendida belga, en 1934, en la prestigiosa publicación inglesa «Ours Dogs». Ella menciona un cruce con Yorkshire Terrier, incluso nombra a un perro que fue BIS en una exposición en Field de Manovres, cerca de Bruselas, del que un inglés se enamoró, lo compró y se lo llevó a las islas, donde tuvo tan fantástica acogida que hizo popular a la raza en Inglaterra. Este punto es importante ya que la llegada de las guerras mundiales —por mucho que contara con el favor de la reina y el duque de Flandes—, como ha ocurrido en otras razas, tiene una influencia muy negativa, llegando casi a la desaparición, pero el gran fervor desarrollado en Inglaterra ayudó a su recuperación y difusión.
También Estados Unidos fue relevante para conseguir recuperar y establecer a los Griffones, ya que los belgas pudieron recuperar líneas importantes; por ello, desde entonces el trasiego de ejemplares entre el continente, Gran Bretaña y Estados Unidos es algo habitual.
Aparte los avatares sobre su evolución, lo verdaderamente importante es su temperamento; por ahí conquista a cualquiera. La película «Mejor imposible» nos lo presenta tal y como es, capaz de mimetizarse con su dueño, pero siempre tierno y cariñoso. También está muy atento a todo, con una expresión que muchos autores denominan «casi humana».
Tampoco su físico es muy común. Es un perro de constitución cuadrada, en el que resalta su cabeza, bastante grande comparada con el cuerpo, cuyo pelo llama tanto la atención que en el estándar oficial de la raza FCI número 80 para el Griffon de Bruselas se ha redactado un párrafo específico a este respecto: «En el Griffon, el adorno (barba y bigote) comienza bajo la línea nariz-ojo y va de una oreja a la otra, cubriendo bien el hocico y las mejillas con un pelo bien abundante y más largo que sobre el resto del cuerpo.
Encima de los ojos, el pelo debe ser más largo sobre el resto del cráneo y formar las cejas».
Por el resto es un perro compacto que tiene la espalda recta y fuerte, una grupa amplia, plana, a lo sumo muy levemente inclinada, el pecho debe llegar hasta los codos y las costillas son bien elásticas pero no en forma de tonel, ni demasiado planas.
En cuanto a la cola, se presenta alta y el perro la lleva levantada.
En lo referente a los ojos, estos deben ser de color pardo oscuro, deben estar situados bien separados y ser grandes y redondos, con una buena pigmentación.
Del resto de su anatomía sólo vamos a citar las patas paralelas, los pies pequeños y sin desviarse hacia dentro ni hacia fuera, además con las uñas negras, pero sí vamos a profundizar en lo que es sumamente diferente, el pelo. La calidad del manto Griffon de Bruselas es dura y con capa interior; debe ser ligeramente ondulado pero no rizado, con una largura que deje ver la estructura y se recomienda sea arreglado.
En cuanto a los colores, el Griffon de Bruselas es rojo o rojizo, sólo se tolera un poco de negro en el adorno de la cabeza.
Sobre su carácter, lo verdaderamente importante en ellos, que los lleva al tipo ideal de perro de compañía pero con viveza y agilidad. Asimismo, son perros que se adaptan perfectamente al tipo de vida actual de ciudad, aunque tampoco les incomoda la vida de campo, ya que son perros fuertes y vigorosos.