Esta torsión provoca el colapso circulatorio de los vasos sanguíneos de dicha región anatómica, con el consiguiente riesgo de muerte.
Existen razas con mayor predisposición a padecer este problema, entre ellas de tórax profundo: Pastor Alemán, Dogo, Mastín, Boxer, etc.
Pero no sólo la conformación física predispone al padecimiento de este grave problema; la realización de ejercicio tras la comida o una sola toma de alimento al día son factores predisponentes para la aparición de la dilatación-torsión de estómago. El animal presentara el abdomen hinchado, intentará vomitar sin conseguirlo…; ante estos síntomas acudiremos urgentemente al veterinario, este estabilizará al animal aplicando fluidos por vía intravenosa; posteriormente se actuará sobre la presión del estómago a través de la pared abdominal. Por último, la cirugía será imprescindible en el caso de existir dilatación y torsión para “recolocar” el estómago en su posición original.