En cuanto a su carácter, el Boxer es un perro muy fiel a su amo e inteligente. Se adapta a la vida urbana, en un apartamento, pero necesita hacer salidas diarias para hacer ejercicio.
No hay que olvidar que el Boxer es un perro muy activo.
En la actualidad se emplea mucho como animal de compañía, como perro policía e incluso como guía para ciegos. También se emplea como guardián, aunque esta funcionalidad queda en entredicho para muchos especialistas dada la prácticamente nula agresividad y la afectuosidad innata de la raza para con el ser humano. Su relación con los niños es particularmente buena.
Su estándar de la FCI destaca en cuanto a su carácter lo siguiente: «El Boxer debe ser de nervios fuertes, seguro de sí mismo, tranquilo y equilibrado. Su carácter es de máxima importancia y requiere de una atención especial. Su apego y lealtad hacia su amo y a todo su entorno, su vigilancia y valentía como defensor, son conocidos desde la antigüedad. Él es inofensivo con su entorno pero desconfiado ante extraños; alegre y gracioso durante el juego, pero temible en los momentos serios. Es fácil de educar gracias a su predisposición a ser obediente, su brío y valor, su agudeza natural y buen olfato. Por no ser pretencioso y ser un perro limpio por naturaleza hace que sea agradable y valioso para la familia como perro de guardia, compañía y servicio. Su carácter es íntegro, no es falso o rencoroso, aun a edad avanzada».