Escocés de pura cepa, su existencia se debe a las personas que no practicaban la eliminación de los cachorros blancos de Terriers que eran destinados a la caza. La razón principal de esta decisión no fue otra que evitar en la medida de lo posible confundir al perro con una pieza de caza y dispararle por error.
Pocas son las razas cuya selección puede ser contrastada, al menos en lo que a su selección se refiere tal y como lo conocemos actualmente, y ésta no iba a ser una excepción. La primera dificultad que se encuentra a la hora de rastrear en sus orígenes es que los Terriers blancos fueron llamados de diferente forma a lo largo del tiempo.
Los primeros seleccionadores de aquellos primeros Terriers blancos fueron los duques de Argyll, si bien ellos lo llamaban White Skye Terrier, producto, se supone, de cruces entre antiguos Cairn Terrier y Skye Terrier.
Otro de los seleccionadores de Terriers blancos fue el coronel Malcolm. Sus ejemplares eran conocidos como Poltalloch Terrier y destacaban por su hocico corto, cualidad intrínseca de importancia sustancial para su seleccionador. Él se consideró a sí mismo como el creador de la raza -su trabajo se prolongó durante más de cuatro décadas-, así que sugirió el nombre con el que lo conocemos actualmente.
Otra personalidad relevante entre los seleccionadores de los primeros años fue el doctor Flaxman, el artífice del empujón definitivo de la raza. Sus ejemplares sobresalían por poseer un manto magnífico y una pigmentación extraordinaria -atributos que conserva el Westy contemporáneo-, pero sus hocicos eran largos comparados con los del coronel Malcolm, cualidad opuesta a los criterios de este último, por lo que generó cierta polémica entre los partidarios de uno u otro tipo.
La consolidación definitiva del West Highland White Terrier se produjo con la fundación del club inglés de la raza, así como de su reconocimiento oficial en 1909.
Una curiosidad acerca de esta raza y que contribuye a la citada dificultad para indagar en sus orígenes es que en sus inicios se cruzaba indistintamente con el Cairn Terrier. De estos cruces nacían ejemplares de distintos colores, los blancos eran inscritos como Westies y los demás eran considerados Cairn, lo que explica la semejanza somática existente entre ambas.
Este escocés de tamaño mediano y pata corta nacido de la selección en base al color blanco, mucho más funcional durante las jornadas de caza de alimañanas en los tupidos bosques de su tierra,...
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