Con su radiante rostro blanco y brillantes ojos negros, el West Highland White Terrier es un perrito que a simple vista aparenta haber sido criado por lo gracioso y activo que es. Pero es un «pequeño gran valiente» con otros atributos. Está comprobado que el Westie es un can fácil de cuidar y un buen compañero.
Son amigables y de carácter equilibrado. Como la mayoría de los terriers, están llenos de energía y son valientes por naturaleza. Pequeño, activo, valiente, sin miedo, poseyendo mucha autoestima, de expresión pícara, alerta, alegre, intrépido, seguro de sí mismo y amistoso. Es totalmente blanco. De carácter equilibrado.
Esta raza es comúnmente reconocida a causa de su uso como mascota en anuncios como el del whisky Black and White. Su longevidad aproximada se estima entre los 13 y 14 años.
CARÁCTER GENERAL DE LA RAZA
El West Highland Terrier es una raza de perro ideal tanto para adultos como para chicos. Dinámico, sin llegar a cansar, el Westie sigue el ritmo de su amo. Dotado de un carácter alegre y entusiasta, el Westie tiene todos los lados buenos de los terrier sin sus defectos. No es un perro guardián (sería capaz de festejar a eventuales ladrones), pero tiene excelente oído y avisa cuando alguien se acerca a la puerta. No tiene un centímetro de maldad, es un perro feliz que hace felices a sus amos. Un psiquiatra podría recomendar la compra de un West Highland White Terrier a sus clientes deprimidos.
El Westie adora a los niños, es divertido y rebosa de amor, pero a la manera de los terriers: no mendiga, sino que utiliza su encanto para obtener. Si estás muy ocupado y no tienes tiempo para él, sabrá esperarte y no conoce el rencor.
La seguridad natural de los Westies facilita su educación, independiente, curioso, a veces terco, con un poco de firmeza el West Highland White Terrier puede ser un perro muy bien educado. No se escapa y tampoco ladra mucho. Es un perro sumamente limpio, nunca ensucia su lugar, desde cachorro hay que acostumbrarlo a salir después de las comidas y felicitarlo cuando hace donde tiene que hacer. Pegarle si hace sobre la alfombra no servirá, entenderá solamente que esta mal hacer sus necesidades.
Por su carácter juguetón y atolondrado, es difícil inculcar al Westie una excesiva disciplina. La atención y la constancia son las claves para conseguirla. Precisa afecto y todo el ejercicio que se le pueda ofrecer.