Según refleja William Arkwright en su obra “El pointer y sus predecesores” (Londres 1906), la primera referencia fehaciente acerca del Epagneul Bretón se encuentra en la gran obra universal de cinegética del siglo XIV escrita por Gastón III Conde de Foix titulada “El libro de la Caza”.
Tras la revolución francesa de 1789, el panorama de la caza en Francia varía sustancialmente, pudiendo acceder la mayoría de los ciudadanos al deporte de la caza. Muchos de estos aficionados se interesaron por un perro de muestra que se encontraba en la región de Bretaña.
En 1896 fue exhibido el primer Epagneul Bretón en un concurso canino en su territorio nativo. Se le inscribió en la categoría de “Varios” porque no existía en aquel entonces una categoría regular a los mal llamados “Bretones de rabo corto”. En 1906 en un concurso que se celebró en Tolousse se le otorgó a la raza categoría de propia por primera vez.
En 1907 un grupo de aficionados creó el club de raza y en septiembre de dicho año se redactó el primer estándar de la raza con la colaboración del veterinario Grand Chavin y aprobado por el Maître Arthur Enaud, fundador del Club Epagneul Bretón. A él le debemos el desarrollo del Epagneul Bretón tal y como hoy lo conocemos. Su idea era intensificar las cualidades olfativas y también cruzar ejemplares en busca del color blanco y naranja. Para ello se sirvió del Braco Italiano y del Braque Borubonnais, razas ambas de perros de muestra.
Era costumbre entre los cazadores de la región Bretaña recortar el rabo de sus perros para impedir que se lastimaran en las vastas extensiones de matorrales repletos de espinos, por tanto, resultaba muy conveniente tener perros sin rabo o con éste muy corto, conseguidos por selección natural.
El Epagneul Bretón, perro de muestra continental, posee unas cualidades innatas para la caza: es de talla pequeña, su expresión es inteligente y cariñosa y se adapta a cualquier hábitat y clima.
Su uso polivalente es algo más que una reseña, es una realidad. Adaptable a cualquier clase de terreno en que ejerce su tarea de auxiliar fundamental para la caza. En la búsqueda de la caza el Epagneul Bretón es rápido, enérgico, con gran acción de búsqueda, aunque más recortada que otros perros de muestra ingleses. Bate el terreno con seguridad, con la cabeza alta, con energía y potencial. Tan pronto como detecta la caza se para y dirige la cabeza hacia la emanación, se pone en tensión, indiferente a cualquier cosa que pueda suceder a su alrededor.
En lo referente al cobro, tanto en tierra como en agua nos encontramos ante un especialista. Se desenvuelve con soltura y decisión, es un consumado nadador al que su constitución física le permite desplazarse en este medio. Es el máximo de cualidades en el mínimo tamaño. Pequeño pero con gran corazón.