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«Noor De Los Perros De Bigo». Prop.: Los Perros De Vigo. |
Historia y origen: Chow Chow
Si existe una raza que haya despertado las más fantasiosas especulaciones sobre sus orígenes, ésa es el Chow Chow. Particularidades como la peculiar coloración de su lengua o el número de dientes han fomentado las historias que intentan explicar cuáles fueron los orígenes de una de las razas caninas más antiguas de las que hoy existen.
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Cachorros del Afijo Chows of the Island. |
Comencemos por su lengua. El Chow Chow tiene lengua azul, algo muy extraño en su especie. Al haber existido dos especies de úrsidos en oriente con la misma característica, como son el oso de Manchuria y el oso azul del Tibet, han surgido teorías que emparentan a nuestro protagonista con estas fieras salvajes.
Esto se ha apoyado en otras coincidencias morfológicas, como el cuerpo cuadrado de todos ellos, el hocico corto o el hecho de que el Chow nace con 44 piezas dentarias, algo único entre los canes, pero normal en aquellos osos. Buscando ese punto de origen del Chow, esta teoría nos hace mirar muy lejos, nada menos que hasta el Mioceno, una etapa que transcurrió entre 28 y 12 millones de años atrás. En ella vivió en las regiones subárticas de Siberia y en el noroeste de Mongolia un animal llamado simicyon, un animal de tamaño mediano descendiente del hemicyon, una especie derivada entre el cynoelesmus, que ha sido posicionado por algunos investigadores como el antecesor de la especie canina, y el daphoneus, del que descienden los osos.
HISTORIA MÁS RECIENTE
China es el país donde se desarrolló la raza.
Es conocida en el país asiático desde hace más de 2.000 años. Allí ha sido utilizado como perro de guerra, de guardia, para la caza… Entraron en sus fronteras junto a los pueblos bárbaros del norte, sobre todo mongoles y tártaros que invadieron China. Éstos se hacían acompañar por perros guerreros que eran descritos como leones de aspecto feroz y que tenían la lengua azul. Los llamaron «man kou», que se traduce como «perros de los bárbaros».
Los mismos emperadores valoraron mucho a estos perros, reconociendo sus grandes cualidades para la caza, gracias a que disfrutan de un olfato sobresaliente, lo que, unido a su gran fortaleza y potencia, los convierte en letales en la caza de todo tipo de animales salvajes.
Esto contribuyó a que los emperadores comenzaran a criarlos en sus palacios, como así atestigua una pintura con más de 2.000 años que decora un salón imperial en la que aparece un perro con pelaje rojo tumbado debajo de una mesa, con una expresión idéntica a la del Chow Chow actual.
Estos perros fueron expandiéndose por el gigante asiático, y no sólo se les encontraba en los palacios. Los monjes budistas de las montañas de Mongolia y Manchuria llevaron ejemplares a sus monasterios para guardarlos de los malhechores y para cuidar de sus rebaños.
Los podemos observar en representaciones muy fieles a la morfología actual de la raza plasmadas en trabajos alfareros y en esculturas de dinastías como la Han (206 aC. A22 aC.).
Pero cuando finaliza la Dinastía Tang, el país se ve azotado por la hambruna, y la pobreza lleva a estos y otros animales domésticos a perder todos los privilegios de los que gozaban.
Tan sólo los mantuvieron como guardianes en algunas casas de los más ricos nobles y en los monasterios. Vivió una época dura en la cual comenzó a ser utilizado para el consumo de su carne y la utilización de sus pieles para confeccionar prendas de vestir.