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Si cae la tasa vacunación de rabia es un problema de salud pública Semana Mundial de la Inmunización del 24 al 30 abril

Foto: El Mundo del Perro.
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Foto: El Mundo del Perro.

MSD y 39 instituciones sanitarias se suman a la Semana Mundial de la Inmunización con el lema “En un mundo global, las vacunas cuentan” para recordar el valor de las vacunas y su contribución en materia de salud pública

miércoles 24 de abril de 2019, 10:18h
Vacunar a nuestras mascotas gracias a un correcto diagnóstico, control y prevención protege la salud de la familia y los que nos rodean, especialmente frente a enfermedades zoonóticas como la rabia y la leptospirosis.
La rabia causa [1] 59.000 muertes al año en el mundo. En España ha habido [2] 2 casos en humanos en el último verano de 2018.
Si cae la tasa vacunación de rabia es un problema de salud pública
Semana Mundial de la Inmunización del 24 al 30 abril
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Información sobre la rabia

La rabia es una enfermedad que puede afectar a personas y animales extremadamente grave, ya que una vez que aparecen los síntomas es mortal. Anualmente produce la muerte de hasta 59.000 personas en el mundo. Esto se debe a la baja tasa de vacunación canina en las zonas endémicas y la falta de concienciación y conocimiento sobre esta enfermedad.

Más del 95% de los casos de rabia en humanos están producidos por la mordedura de un perro infectado. Es por ello que la vacunación de los perros es el método de elección para controlar y eliminar la rabia en el mundo. La realización de las campañas de vacunación pretende conseguir una cobertura de al menos el [1] 70% de la población canina existente, confiriendo así una inmunidad de ‘colectivo’ efectiva y un beneficio directo sobre la salud pública.

El virus rábico actúa sobre el sistema nervioso y da lugar a una sintomatología característica que se manifiesta con signos excitativos (rabia furiosa) o signos de parálisis generalizada (rabia muda o paralítica), consecuencia de una encefalomielitis generalmente mortal.

El virus está presente en todos los continentes, excepto en la Antártida. Algunos países han establecido medidas de control y vigilancia y han conseguido erradicar la enfermedad para satisfacer los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el estatus sanitario “libre de rabia”. En países de África y Asía, sin embargo, la enfermedad sigue siendo endémica y mueren por rabia [3] 100 niños al día.

En el último verano de 2018, hemos conocido dos casos de rabia en personas por mordisco de murciélago. En España, una de esas variantes de este virus, se encuentra actualmente circulando en numerosas poblaciones de murciélagos insectívoros. La buena respuesta de los afectados y las autoridades sanitarias han conseguido frenar los síntomas, pero debemos concienciar a la sociedad para entender que, si se hubiese transmitido a un animal y no se hubiese tomado las pertinentes acciones para frenar la enfermedad, la situación podría haber sido dramáticamente diferente.

La situación en España

España (territorio peninsular e islas) ha estado libre de rabia terrestre desde el año [1] 1978, a excepción del caso importado de Marruecos declarado en junio de 2013. Sin embargo, se ha demostrado con estos dos últimos casos la aparición de la enfermedad por mordeduras de murciélagos, así como es “potencialmente” factible la aparición de casos humanos en Ceuta o Melilla por mordedura de perro. El perro es la principal especie implicada en la posible aparición y mantenimiento de un brote en España, ya que la importación de un perro infectado es un escenario probable.

En España cada Comunidad Autónoma tiene establecidas unas pautas de vacunación diferentes. En Galicia, País Vasco y Cataluña no es obligatoria la vacunación contra la rabia, en Asturias sólo es obligatoria para los perros declarados potencialmente peligrosos que, por otra parte, son los más controlados y los que, por tanto, menos probabilidades tienen de morder a una persona.

  1. Fernando Fariñas, Doctor y veterinario especializado en inmunología y virología, señaló en rueda de prensa realizada en Zaragoza durante la semana de la concienciación de la rabia de septiembre de 2018, “Debemos hacer hincapié en que la vacunación de rabia "debería ser obligatoria" en todo el territorio nacional, con un protocolo de vacunación uniforme en todo el país. Es importante que todos los propietarios estén concienciados ante esta enfermedad y se preocupen que el protocolo vacunal de sus mascotas esté completo y se repita cada año ya que a pesar de que algunas vacunas tienen una duración de inmunidad mayor frente a la rabia, ésta dependerá de múltiples factores individuales como edad, sexo y raza, enfermedades de base, administración de fármacos inmunosupresores, malnutrición o estrés. Por todo ello, se aconseja la práctica sistemática de la revacunación anual ya que desde un punto de vista sanitario es la opción más indicada y recomendable”

Decálogo sobre la Rabia del Dr. Fernando Fariñas Guerrero

  1. Director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas
  2. Investigador del Grupo de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonosis. Unidad de Microbiología. Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (CIMES). Universidad de Málaga
  3. Coordinador del Grupo Internacional de Expertos en Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonosis (ZEIG).

Con este decálogo pretendemos ayudarte a explicar de forma sencilla y comprensible para los propietarios, las razones de porqué es necesario plantear la vacunación de su/s mascota/s frente a la rabia (aun en comunidades autónomas donde no existe esta obligación), y la de vacunar con carácter anual. Es muy importante que el colectivo profesional veterinario al completo apoye de forma incondicional estas recomendaciones. No hay que olvidar que el veterinario clínico es también un agente de salud pública, y que en el desempeño de su profesión no solo está la protección del animal, sino también la protección de las personas que conviven con este. En esto consiste la práctica del One Health. Te animamos a que lo pongas en práctica.

  1. El [1] 95% de los casos de rabia humana ocurren por contacto con un perro rabioso, un 3% por gatos y el resto, fundamentalmente por especies silvestres (zorros, mapaches, murciélagos, etc). Por lo tanto, la prevención de la enfermedad en humanos recae en una vacunación efectiva en la población animal susceptible: perros principalmente, gatos y hurones.
  1. La rabia está considerada como una enfermedad reemergente a nivel mundial debido a la aparición de nuevas variantes y linajes del virus que incrementan el número de reservorios. En España, una de esas variantes (European Bat Lyssavirus I), se encuentra circulando en numerosas poblaciones de murciélagos insectívoros. Estas nuevas variantes pueden transmitirse y producir cuadros de rabia tanto en nuestros animales de compañía como en humanos dando lugar a cuadros indistinguibles clínicamente del producido por el virus rábico clásico (genotipo 1). Esto hace que los esfuerzos para erradicar o eliminar la infección en animales domésticos se hayan complicado de forma importante y la vacunación de las mascotas cobra más importancia aún si cabe.
  1. En España aparecen esporádicamente casos de rabia localizados en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La cercanía geográfica con el norte de Marruecos, país con rabia endémica, junto al movimiento de animales no vacunados que contactan con perros de aquellas zonas, explican la aparición de estos casos. Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud recomendó el 25 de Julio de 1996, que España no dejara de vacunar a los perros y gatos bajo ningún concepto.
  1. La entrada y/o comercio en nuestro país de animales menores de 3 meses sin vacunar, procedentes de países UE y terceros con rabia endémica, práctica cada vez más habitual, constituye un riesgo sanitario respecto a la rabia y otras enfermedades infecciosas de primer orden.
  1. No debe olvidarse NUNCA el carácter zoonósico de la rabia, la cual es indefectiblemente mortal para los humanos. Esto por sí solo justifica la aplicación de un programa integral de vigilancia y control en los animales, así como un estricto protocolo racional de vacunación: ‘sanidad animal al servicio de la salud pública’. La vacunación es el método más eficaz y seguro para proteger de la rabia a los animales y a las personas que conviven con ellos. Está demostrado que la vacunación de estos animales previene la circulación del virus en las poblaciones. Debido a este algo riesgo zoonósico, los profesionales veterinarios, así como el personal auxiliar de clínica, cuidadores de animales, etc, deben de plantearse la inmunoprofilaxis pre-exposición (vacunación antirrábica), tal como recoge el Real Decreto 664/1997 de 12 de Mayo; sobre todo aquellos que desarrollan su trabajo en zonas de alto riesgo (Ceuta y Melilla).
  1. Tanto la evidencia empírica como teórica sugieren que para que una población quede perfectamente protegida frente a la rabia necesitamos tener al menos al [1] 70% de la población canina perfectamente vacunada. Como ya se ha demostrado con otras muchas enfermedades víricas, los virus no conocen fronteras.
  1. Los países, como España, que dejan de vacunar en alguna de sus áreas geográficas corren el riesgo de disminuir significativamente este porcentaje de protección colectiva, asumiendo de forma innecesaria un incremento del riesgo que ataña a la salud pública. Llegar a un porcentaje de inmunización menor del [1] 70% no solo es un riesgo para la comunidad autónoma que decide no vacunar, sino que esto influye de forma igualmente notable en la inmunidad de colectivo del resto del país. Por lo tanto, no solo se vacuna para la protección de la comunidad en particular sino para la protección de todo el territorio nacional. Debemos hacer hincapié en que la vacunación de rabia "debería ser obligatoria" en todo el territorio nacional, con un protocolo de vacunación uniforme en todo el país.
  1. No solo es importante e imprescindible vacunar de rabia, sino también establecer un protocolo de vacunación que tenga en cuenta las particularidades médicas del animal, así como la epidemiología del área o del país en cuestión. Numerosos trabajos científicos citan periodos de inmunidad frente a rabia que oscilan entre escasos meses a más de 5 años de persistencia de anticuerpos neutralizantes en alto título en muchos animales. La duración de la inmunidad en el animal va a depender de múltiples factores individuales, entre los que podemos resaltar: (i) edad, sexo y raza; (ii) enfermedades de base (neoplasias, alergias, endocrinopatías…); (iii) administración de fármacos inmunosupresores (corticoides, ciclosporina, azatioprina,…); (iv) malnutrición; (v) estrés. Además, existen publicaciones en las que se demuestran que las razas pequeñas presentan unos niveles de seroconversión (tanto a nivel de título como de tiempo de duración de estos títulos) mayores y mejores que las razas grandes, produciéndose en estas últimas un mayor número de fallos en la inmunización. Estos estudios reportan fallos de seroconversión entre el [4] 11% y 23%. En España, algunos estudios realizados en algunas comunidades autónomas (no publicados a día de hoy) reflejan porcentajes de fallo aún mayores en la respuesta a la vacunación de rabia.
  1. Hay animales que llegan y superan con creces la expectativa de la vacuna, y habrá otros muchos que no lleguen a protegerse con un nivel suficiente de inmunidad frente a la rabia. Aunque la mayoría de vacunas antirrábicas aseguran una inmunidad de 2 o 3 años, en general las vacunas de rabia no alcanzan el [1] 100% de esa protección, por lo que parte de la población canina puede quedar parcialmente expuesta. Diversos estudios realizados en Reino Unido, Francia y España han demostrado la alta variabilidad de respuestas frente a la vacuna en los animales, lo que reclama la práctica de estudios serológicos del individuo previa a la revacunación anual. Realizar un programa de vacunación racional basado en estos supuestos elevaría el coste de los protocolos vacunales, lo que en muchos casos y países sería un problema. Por todo ello, se aconseja la práctica sistemática de la revacunación anual ya que desde un punto de vista sanitario es la opción más indicada y recomendable.
  1. La vacunación es un acto clínico donde el veterinario es quien debe decidir que pauta o protocolo es el mejor, dependiendo de las condiciones clínicas del animal y epidemiológicas de la zona (la llamada vacunología personalizada). Esto quiere decir que, atendiendo a factores como la genética del animal, o determinadas situaciones clínicas que conlleven una posible inmunosupresión concomitante (inmunodeficiencias primarias, administración de fármacos inmunosupresores, malnutrición, neoplasias, etc), la prescripción de una vacunación anual debe de prevalecer frente a la indicación de vacunación trianual o bianual indicada en el prospecto del producto. Dicha decisión recae directamente sobre el veterinario responsable de ese animal.
1 Portal Sobre la Rabia de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal). http://www.oie.int/es/sanidad-animal-en-el-mundo/portal-sobre-la-rabia/
2 Departamento de Salud Pública de Huelva y Valladolid.
4 L.J.Kennedy et al. Vaccine. Volume 25, Issue 51, 12 December 2007
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