Así, en estos días las familias se han animado a integrar en sus hogares a un miembro más, algo que puede deberse al mayor tiempo que ahora tenemos para estar juntos. Una mascota sirve para estrechar lazos y como nexo de unión familiar, de ahí que muchos hayan decidido dar este paso en un momento inédito que ha llevado a los hogares a cambiar muchos de sus hábitos.
Ahora bien, la Canina advierte de que esta situación de reclutamiento es pasajera y, una vez que acabe, la mascota seguirá presente en los hogares como un miembro más. Por ello, es importante que los nuevos tutores tomen conciencia de la responsabilidad y obligaciones que conllevan, y sigan cuidando y atendiendo a sus perros una vez que vuelvan a su vida normal de la misma forma que ahora.
Igual que sucede en Navidad, cuando crece la demanda de cachorros, ahora también hay que pensarlo dos veces antes de dar el paso. Un perro no es un juguete que se pueda dejar a un lado cuando uno se cansa; hay que tomar conciencia de que es un miembro de la familia más con unas necesidades específicas que requiere de tiempo, atención y cariño.
Por ello, quien incorpore un perro a su hogar en estos días debe tener esto mismo en cuenta. Ya habrá tiempo cuando todo mejore para dar largos paseos con él y perderse por la naturaleza. Además, al ser cachorros ahora no deben salir a la calle hasta que no tengan puestas todas las vacunas, por lo que sería una doble irresponsabilidad sacarles durante el confinamiento.
Como señala Julián Hernández, presidente de la RSCE, “un perro es uno más de la familia para toda la vida, por lo que conviene tener en cuenta eso antes de dar el paso, pues hay personas que no están hechas para cuidar de una mascota. En estos días tan difíciles que estamos pasando pueden unir familias, entretener a niños y, en definitiva, hacer la cuarentena más agradable, pero cuando acabe hay que darle el mismo cariño y atención y, por supuesto, no abandonarlo”.