El entropión o «enrollamiento» del borde del párpado hacia el globo ocular es, posiblemente, el problema congénito ocular más frecuente en el perro.
Lo primero que debemos tener presente es que este problema puede ser primario o por contracción; en este último caso suele ser de presentación unilateral (en un solo ojo), de aparición aguda y debido a un espasmo del párpado (blefarospasmo) por úlceras oculares, cuerpos extraños...
En el caso del entropión por contracción no suele ser necesaria la cirugía, ya que tratando la causa que lo produce se resuelve el problema.
El entropión primario es generalmente bilateral, se aprecia en cachorros y la acción del profesional se produce dependiendo de la severidad del problema y de la acción lesiva o no del párpado sobre la córnea.
En caso de no ser lesiva la acción del párpado sobre la córnea, la intervención quirúrgica se realizará, pero cuando el animal sea adulto.
Si por el contrario el párpado afecta a la córnea, la intervención debe plantearse con urgencia. Es una cirugía sencilla basada en retirar una porción del párpado para corregir su enrollamiento. Cuando la cirugía se realiza en animales muy jóvenes pueden ser necesarias pequeñas correcciones quirúrgicas posteriores.
La presentación del entropión es algo desgraciadamente frecuente; en muchas ocasiones este problema se acompaña o se hace más severo por la ingente cantidad de arrugas de algunas razas en la zona.
Si su veterinario habitual recomienda la cirugía de forma inmediata es porque el animal presenta un entropión primario con afectación de la córnea.