Si bien la raza Landseer tuvo para muchos y durante muchos años la simple consideración de «Terranova blanco y negro», consideración que aún persiste para algunas sociedades y especialistas caninos, lo cierto es que su morfología responde a caracteres raciales suficientemente diferenciados que su estándar se esfuerza en delimitar. Al impulso del doctor Albert Heim (1849-1937) eminente geólogo suizo que, en su faceta de gran aficionado a los perros, contribuyó poderosamente al estudio y fijación de las razas caninas suizas y alpinas, debemos sobre todo la descripción y documentación sin lugar a dudas del Landseer como raza canina independiente del Terranova, cuyos ejemplares blancos con manchas negras son sujeto hoy de un estándar independiente. La participación en la fijación de los caracteres raciales del Landseer por parte del citado cinólogo, junto con los también suizos Schlittler-Laager y Sulzer-Bulher y los alemanes Trager y Walterspiel, entre muchos otros, explican la atribución compartida entre Alemania y Suiza del origen moderno de la raza.
El estándar original válido del Landseer data de agosto de 1960 y está incluido en el grupo 2 de la FCI en su sección 2.2. A la denominación de la raza, Landseer, se añade la referencia «Tipo Europeo Continental» lo que refuerza su diferenciación del estándar del Terranova, cuyo tipo se atribuye hoy originariamente a Canadá. A lo largo del mencionado documento oficial, del que entrecomillaremos en los próximos párrafos algunos conceptos literalmente transcritos, se refleja todo el decurso histórico del largo esfuerzo por diferenciar al Landseer de otras razas de grandes boyeros alpinos, sobre todo del San Bernardo.
El Landseer debe, según el estándar, dar una impresión de perro grande, fuerte y armonioso, pudiendo fluctuar su altura a la cruz entre 72 y 80 centímetros en los machos y entre 67 y 72 en las hembras, si bien se toleran pequeñas variaciones en estos límites.
La piel de la cabeza no presenta arrugas y está cubierta de pelo corto. Por el contrario, en el resto de la anatomía externa del Landseer el pelaje debe ser largo y, según reza su estándar, «en lo posible, liso y tupido, suave al tacto y entremezclado con lanilla interna la cual no debe ser tan densa como en el Terranova». Se admite una capa externa de pelo ligeramente ondulado sobre la espalda y los muslos. Al cepillar el pelo en sentido contrario a la posición natural, éste debe retornar por sí mismo a la posición correcta. El color básico del pelo es blanco puro, distribuyéndose «placas negras nítidas y despedazadas» sobre el tronco y la región de la grupa. La cría selectiva persigue la desaparición de las manchas «de color humo sobre fondo blanco».
El cuello, el antepecho, el vientre, los miembros y la cola deben ser blancos. La cabeza es negra, si bien es propio de la raza «la presencia en el hocico de una marca blanca, unida con una lista blanca, simétrica y no muy amplia».
El perfil de la cabeza es marcado y posee expresión de nobleza, con un cráneo ancho y voluminoso, una protuberancia occipital bien desarrollada y un stop marcado «pero no tan notable y abrupto como en los perros de San Bernardo».
La región facial presenta trufa negra, hocico de apariencia cuadrada en el que se funden gradualmente las mejillas, y labios negros y delgados, el superior cubriendo ligeramente al inferior, que ocultan mandíbulas que cierran en tijera. Los ojos son de tamaño mediano, expresión amable, moderadamente hundidos y de color castaño preferiblemente oscuro; los párpados, partidos en forma almendrada, no deben dejar visible la conjuntiva.
Se considera falta «los ojos implantados demasiado juntos uno del otro». Las orejas son de tamaño mediano, de forma triangular un poco redondeada en su borde inferior e implantadas altas en el cráneo, pero no demasiado atrás.
Alcanzan el ángulo interno del ojo cuando son estiradas en dicha dirección. Planas y pegadas a los lados de la cabeza, se cubren de pelo corto y fino, presentando sólo en la parte posterior de la inserción franjas de pelo más largo.
El cuello, en su sección transversal «no completamente redondo, sino ligeramente ovalado» es musculoso y se alza amplio desde la región de hombros y tórax hacia la cabeza.
Da paso a un cuerpo muy amplio y poderoso desde la cruz hasta la grupa. El estándar de la raza describe espalda tiesa y recta, lomo musculoso, grupa amplia y bien redondeada a los lados y hacia atrás gracias a los poderosos músculos que la cubren, pecho amplio y profundo flanqueado por hombros muy musculosos, con costillas que forman una caja torácica fuertemente arqueada, y vientre levemente retraído, que entre sí y el lomo deja visible un hundimiento plano en la región de los flancos.
La fuerte cola alcanza como máximo un poco por debajo de la articulación tibio-tarsiana, y está recubierta de pelo denso y frondoso, pero sin formar plumas.
Cuando el perro está tranquilo en pie la lleva colgando hacia abajo, eventualmente con una ligera curva en la punta. Durante el movimiento la puede llevar recta, también con una ligera curvatura hacia arriba en la punta.
No es admitida la cola doblada o enroscada sobre la espalda.
Foto François Nicaise.
El movimiento de las extremidades debe ser libre y amplio. Los miembros anteriores, como decíamos, son poderosos tanto en hueso como en músculo y totalmente rectos y poseen algunas franjas de pelo que alcanzan hasta la articulación tibio-tarsiana. Los codos, bien pegados a la parte baja del tórax y en posición bastante alta, se dirigen completamente hacia atrás. La extremidad trasera es potente. Los miembros posteriores deben tener un movimiento libre y poseer huesos fuertes rodeados de músculos poderosos, de manera que, principalmente la región del muslo, muestra un desarrollo amplio. Son inaceptables los espolones.
Los pies han de ser grandes y bien formados, del tipo llamado «pies de gato».
Son censurables según el estándar «los pies aplastados o desviados hacia afuera». Los dedos deben estar unidos por membranas interdigitales fuertes hasta la proximidad de la punta de los mismos.

Foto François Nicaise.
El Landseer es un perro extraordinariamente apegado a su amo. Inteligente y seguro de sí mismo, su carácter es amable para con los suyos e indiferente con los extraños. No obstante, sería un error dedicarlo a tareas de guarda a pesar de su disuasoria talla, ya que esa indiferencia tarda poco en convertirse en complicidad y afecto. Los principales aspectos a tener en cuenta para adoptar a un Landseer como perro de familia son su necesidad regular de ejercicio y su pasión por el agua. Pudiendo satisfacer ambos requerimientos, este gigantón amable compartirá nuestra vida sin plantearnos problema de convivencia alguno, deparándonos momentos de solaz inolvidables.
Este epitafio se labró sobre el monumento funerario —más grande que el que después albergaría los restos de su celebre propietario— que señalaba la tumba del perro «Boatswain», situada en Newstead Abbey, el palacio familiar de los Byron cerca de Nottingham. Se dice que Lord Byron manifestó repetidamente su deseo de que, a su muerte, sus restos reposasen junto a los de su perro. Finalmente esto no fue así.

Sir Edwin Henry Landseer
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Perro de Terranova llamado león 1824 Pintura de Edwin Landseer.
No queremos resistirnos en este breve resumen a recoger una anécdota histórica que, si bien no es fácil de confirmar, resulta realmente verosímil. Nos referimos a la que atribuye la raza Landseer al famoso «Boatswain», el perro de Lord Byron («nacido en Terranova en 1803 y muerto en Newstead el 18 de noviembre de 1808») protagonista del epitafio que a su muerte le dedicó su dueño, sin duda una de las más bellas y emocionantes páginas de elogio al perro como compañero del ser humano jamás escritas en la historia.