Los pómulos son tan estrechos como lo permita la delgadez de la cabeza.
Los ojos tienen un color castaño oscuro y son brillantes con una expresión astuta e inteligente.
No deben ser salientes ni estar hundidos y se colocan bien debajo de los arcos superciliares.
Las orejas tienen un tamaño mediano y son delgadas. De implantación baja, deben ser llevadas junto a la cabeza.
El Gordon setter posee unos fuertes maxilares y una dentadura sana y completa. Su mordida es en tijera, es decir, que la cara interna de los incisivos superiores está en contacto con la cara externa de los incisivos inferiores y los dientes se colocan perpendicularmente a los maxilares.
El cuello, largo, delgado, arqueado y sin papada, se une a un cuerpo de largo moderado.
El lomo se presenta amplio y ligeramente arqueado mientras que el pecho es profundo y no muy ancho. Las costillas están bien arqueadas y desarrolladas hacia atrás. La cola es recta o con una ligera forma de cimitarra. No sobrepasa los corvejones y es llevada horizontalmente o por debajo de la línea dorsal. Gruesa en la base, va disminuyendo gradualmente de grosor hasta la punta. Está provista de pelo largo y liso en forma de fleco o bandera cerca de la base que decrece en tamaño conforme llega a la punta.

Foto François Nicaise.
LIBRE Y NATURAL
Los miembros delanteros son de hueso plano, rectos y fuertes. Las escápulas son largas y bien inclinadas, también de hueso plano y ancho, juntas en la región de la cruz, pero sin ser cargadas. Los codos están bien descendidos y pegados al cuerpo mientras que los metacarpos se presentan verticales. Los miembros posteriores, por su parte, son largos, anchos y musculosos desde las caderas hasta los corvejones; cortos y fuertes desde los corvejones al pie y rectos desde la articulación tibio-tarsiana al piso. La pelvis tiende a ser horizontal y las rodillas anguladas. Los pies, ovalados y apretados, poseen unos dedos bien arqueados y provistos de pelo entre ellos. Las almohadillas plantares y digitales están bien desarrolladas.
En el Gordon setter destaca su movimiento firme, libre y natural, con un impulso poderoso en los miembros traseros. La altura a la cruz debe ser de 66 centímetros en los machos y de 62 en las hembras. El peso oscila entre los 29,5 kilos para los machos y los 25,5 kilos para las hembras.
En cuanto al pelo, el de la cabeza, el borde anterior de los miembros y las puntas de las orejas es corto y fino mientras que en el resto del cuerpo tiene un largo moderado, es liso y sin ondulaciones ni rizos. El pelo de los flecos en la parte superior de las orejas es largo y sedoso y, en la parte posterior de las extremidades traseras, es largo, fino, liso y recto. Los flequillos del vientre se pueden extender hacia el pecho y la garganta y, en lo posible, no deben ser rizados u ondulados.
El pelaje es de un color negro profundo y brillante sin tonos rojizos óxidos con manchas fuego color rojo castaño, es decir, color fuego brillante. Se permiten manchas finas negras en los dedos y vetas negras debajo del maxilar.
En cuanto a las manchas fuego, encontramos dos muy nítidas en las zonas superciliares de un diámetro no mayor de dos milímetros.
En los lados del hocico las manchas no son más altas que la base de la nariz y se asemejan a una banda que rodea el extremo bien definido del hocico.
En la garganta y en el pecho los ejemplares presentan dos manchas grandes y definidas; en la cara interna de las extremidades posteriores, así como en la del muslo, pueden extenderse a la rodilla y ampliarse a la cara externa de los miembros posteriores desde los corvejones hasta los dedos; en los miembros anteriores hasta el codo en su cara interna y algo más arriba del carpo por delante. Alrededor del oído existe otra mancha fuego y se permite una pequeña mancha blanca en el pecho. No se aceptan otros colores.