¿Por qué se inflaman las glándulas anales del perro?
La secreción de las glándulas anales se acumula en los sacos anales y se libera cuando el perro defeca. Para que esto funcione como es debido, es muy importante que la consistencia de las heces sea firme.
Si el perro sufre diarreas frecuentes, los sacos anales ya no se vacían. Siguen llenándose de secreciones y se expanden. La secreción se vuelve viscosa y las glándulas anales se pegan.
Si no se toman medidas a tiempo, no tardará en producirse una dolorosa inflamación de los sacos anales y de las glándulas anales del animal.

Los posibles síntomas de molestias en las glándulas anales son, por ejemplo:
- El perro desliza constantemente su trasero por el suelo.
- El animal se lame el ano con notable frecuencia.
- El cuadrúpedo tiene problemas de defecación.
- El perro se mueve poco y trata de no sentarse.
- La zona del ano del animal puede estar hinchada y enrojecida.
- En casos graves, el perro puede tener fiebre.
Las glándulas anales inflamadas son un caso para el veterinario
Un perro con problemas en las glándulas anales debe ser examinado y tratado rápidamente por un veterinario. El veterinario probablemente vaciará los sacos anales y los enjuagará con medicamentos si es necesario. Además, puede ser necesaria la administración de un antibiótico.
Si ya se han formado abscesos como resultado de la inflamación, también puede ser necesaria la cirugía. En los problemas graves y crónicos, es posible que incluso haya que extirpar las glándulas anales durante la cirugía. Sin embargo, debido a los riesgos que conlleva, esta cirugía sólo se realiza si no hay otras opciones de tratamiento.

¿Qué pueden hacer los propietarios de perros?
Debido a las posibles consecuencias de la inflamación de los sacos y glándulas anales, es muy importante que los propietarios de perros tomen las mejores precauciones posibles.
Una dieta equilibrada con un buen alimento para perros ayuda a que la consistencia de las heces del perro sea firme. Si se produce una diarrea, debe tratarse rápidamente.
No se recomienda añadir aceite de cocina a la comida del perro ni remojar la comida seca en agua antes de comerla. Esto se debe a que ambos pueden contribuir a que las heces del animal se vuelvan demasiado blandas y, como consecuencia, los sacos anales no puedan vaciarse correctamente.
Pomada natural para el cuidado del ano
Además del tratamiento por parte del veterinario, puede ser útil cuidar la zona anal del perro en caso de inflamación de la glándula anal con una pomada adecuada, como la pomada para glándulas anales Bellfor.
Gracias a su composición especial de ingredientes como la grasa de los insectos, la caléndula y el propóleo, el ungüento natural ayuda de forma fiable a aliviar las molestias del amigo de cuatro patas.
La combinación de ingredientes descongestionantes y antiinflamatorios hace que la pomada sea ideal para contrarrestar una inflamación ya existente de las glándulas anales.
Gracias a su composición puramente natural, la pomada de fácil uso es muy suave para la piel del perro a pesar de su gran eficacia, de modo que nada se interpone en el cuidado bien tolerado de la región anal estresada.