Nos vamos a detener en esta última, porque es la más sorprendente e intensa, como también la que necesita la compañía animal más especial. De hecho, vamos a ver cuáles son las mejores razas de perro para la caza mayor, para dar caza tanto a jabalíes como a ciervos por igual.
Mejores razas de perro para caza mayor
En España, la caza es un deporte, y la caza mayor es su mayor desafío. Solo hay que ver la caza del jabalí, una de las más practicadas a pesar de sus riesgos y peligros. Porque este animal salvaje se defiende como pocos antes el peligro, y su anatomía está dispuesta para poder protegerse con letalidad gracias a sus potentes colmillos, son como navajas afiladas.
Por eso es tan habitual ayudarse de buenas razas de perro para la caza mayor. Nuestros amigos de cuatro patas no solo son buenos para cansar o traer piezas, también ayudan a localizarlas gracias a su potente olfato, o incluso a darles caza ellos mismos cuando van en grupos. Ahí entra en juego lo que se conoce como la caza por rehala, con varios canes encargándose de mover y arrinconar a la pieza. De hecho, la rehala clásica es la más común a la hora de practicar la caza mayor.

Pero todo nos lleva una y otra vez al mismo punto: al perro. ¿Cuál es la mejor raza de perro para practicar caza mayor? ¿Cuáles son las mejores razas que puedes y debes llevar para construir una buena rehala? Aquí vamos a ver las razas más famosas y versátiles que existen:
Braco Alemán
Una raza de perro que, como ya indica su nombre, se desarrolló en Alemania a comienzos del siglo XIX. Se preparó para ayudar al hombre a la hora de cazar, así que es un perro que, por naturaleza, está preparado para ello. Se adapta a cualquier terreno, de hecho, también es muy bueno para la caza menor, aunque por complexión, agilidad y fuerza, se usa sobre todo en la mayor.
Se puede enfrentar sin problema a piezas grandes, es muy buen rastreador, tiene una enorme resistencia física, es muy persistente y también muy fuerte. Es un can muy activo, y también aventurero, de hecho, también da sorprendentes resultados a la hora de mostrar piezas. En definitiva, es un todoterreno de la cacería.
Podenco
Un perro cuya historia ha estado siempre vinculada a la caza. El podenco proviene del Antiguo Egipto, donde ya se usaba en la cacería debido a su enorme velocidad. Hay muchas variantes dentro de España, como el podenco canario, el ibicenco, el valenciano, el palmero o incluso el andaluz. Sin embargo, todas ellas tienen como denominador común su capacidad para correr como ningún otro perro.
Es muy inteligente y tiene un genial instinto para perseguir a las piezas. Además, su naturaleza vivaz e incansable, junto con su valentía, sirven para que se enfrente a las piezas de mayor tamaño sin problema. Su olfato, por otra parte, es genial para seguir rastros incluso en las zonas más complicadas. No para hasta que se alcanza a la presa.
Alano español
El alano español es un perro de presa. Su tamaño y su físico son perfectos para las monterías y hasta para la lidia. Se usa principalmente en la caza del jabalí y del venado ya que es capaz de inmovilizar a cualquiera de sus presas sin problemas hasta que llegue el cazador. Tiene muchísimo coraje y bravura, aderezados con unas cualidades físicas ideales para la caza, como son su velocidad y fortaleza.
Puede resistir muy bien embestidas de otros animales y su sigilo es ideal para pillar a la pieza desprevenida para inmovilizarla. Su instinto de enfrentamiento es la guinda. No tiene miedo a nada y, con esa musculatura, puede plantar cara incluso a los animales más grandes sin despeinarse. Sin duda, un titán.
Sabueso
La mayor cualidad del sabueso es su agudísimo olfato. Es una raza de perro ideal para seguir pistas o localizar presas que se usa mucho en la caza menor, pero también en la caza mayor. Se usa sobre todo para localizar ciervos, corzos, lobos, jabalíes o incluso osos. No hay otro perro como este para poder encontrar rápidamente a cualquier animal.
Uno de los mejores rastreadores que existen, sobre todo para rastros de sangre, muy bueno a la hora de dar aviso ante la cercanía de la presa, e incluso útil para las rehalas o las jaurías. Rastrea sin dar descanso a la presa, por lo que viene muy bien para cansarla antes de poder darle caza.