Si hemos elegido uno de ellos por su aspecto nos toca también asumir los cuidados concretos que necesitan para preservar su salud y ese aspecto que probablemente nos ha acercado a nuestra elección.
Tienen como característica común, entre otras, una larga capa de pelo en todo el cuerpo y ciertas diferencias entre ellas por este motivo. Estas distinciones aportan idiosincrasia a cada una de ellas, características que podemos realzar manteniendo en buen estado la piel y el pelo de nuestro ejemplar.
Sobre el BICHON DE PELO RIZADO
El “Frisé”, que es el más concreto y popular de los nombres con que se conoce actualmente a esta raza hace referencia directa a su tipo de pelo. El patrón racial es muy concreto en este aspecto: “Un pequeño perro alegre, con un movimiento vivaz y muy suelto y un pelo blanco rizado como tirabuzón.
En esta raza es importante conservar los rizos sin que aparenten “vedejas”. Se debe cepillar teniendo cuidado de no “desrizar el rizo”, pues siempre tiene que ofrecer el aspecto de “espirales sueltas”
Para el cuidado del pelo su arreglo y cuidados de higiene han de hacerse con regularidad. Los baños semanales con buenos productos proporcionan elasticidad al pelo facilitando el cepillado diario y el mantenimiento de su arreglo.
Este es el procedimiento si se desea disfrutar de un frisé de manto abundante de color blanco y pelo brillante y con la piel sana y el arreglo adecuado a su raza.
El color de su manto es completamente blanco. Aunque es habitual en los cachorros y jóvenes, que presenten tonos beige en algunas partes. No hay que obsesionarse con el color ya que con el tiempo debería de cambiar a blanco. Con la utilización de champús de acción blanqueante, por fuerte que sea la acción del champú, no se consigue ningún cambio de color y, sin embargo, sí que puede castigarlo y dañar su piel. En perros adultos, por el contrario, un buen champú intensificador de color blanco de uso frecuente acompañado de un buen acondicionador especial para volumen son la opción acertada para un buen manto sano y un bonito acabado.
El arreglo requiere de los conocimientos adecuados y de destreza en el manejo de la tijera. El instrumental de peluquería del que dispongamos ayuda, en gran medida, siendo imprescindibles un buen cepillo de púas, una carda suave, una o dos tijeras y un peine.
Se debe esculpir bien el hocico, de manera que no pierda el tipo de pelo propio de la raza. Es muy importante evitar los tonos oscuros por la oxidación del pelo próximo a la boca. Para evitar esta oxidación cuidaremos la higiene diaria tanto de los dientes como del pelo de esta zona con champú en seco. Este es otro de los puntos importantes que engloban las atenciones diarias y que requieren de los productos específicos.
El cuidado tanto en arreglo como en higiene de la zona de los ojos es también importante para transmitir esa expresión tan propia de los frisones. Cuidando bien los lagrimales y recortando correctamente el pelo de esta zona estaremos contribuyendo al bienestar de nuestro perro y aportando esa “gracia” tan especial que tienen los pequeños rizados blancos.
La capa interior, que afecta mucho a la piel, debe de estar correctamente mantenida, siempre limpia y aireada, con la densidad apropiada. Este mantenimiento se lleva a cabo con el cardado suave que ayuda a eliminar nudos y cordones sin “destruir” el pelo.
Podremos dar a nuestro perro el aspecto general deseado esculpiendo con las tijeras curvas que facilitan las formas redondeadas predominantes, tanto en cabeza como en patas y cuerpo alargado. La cola se ha de dejar con suficiente longitud para que ondee sobre el dorso.

Sobre el MALTÉS
Su pelo blanco, largo, lacio y sedoso junto con sus ojos negros de imponente mirada, redondos y directos, son su seña de identidad.
El cuidado de los ojos, más allá de la oxidación de los lacrimales no debería de aportar mucha preocupación para el propietario en un ejemplar sano. La selección aporta unos párpados bien adheridos al globo ocular. Con una rutina de higiene diaria apropiada, con un buen líquido limpiador y polvos secantes, tendremos a nuestro maltés con sus ojos sanos y disfrutaremos de esa expresión que tanto nos agrada.
Si pretendemos mantener a nuestro perro en óptimas condiciones de salud podemos recortar con cuidado un poco el pelo de esa área con una tijerita pequeña, sin que ello afecte a la longitud general. Un buen profesional sabe cómo hacerlo afectando mínimamente al aspecto genial que tiene que ofrecer.
El pelo, ese pelo tan blanco y brillante es también consecuencia de la selección que la raza ha tenido durante décadas.
La piel puede presentar manchas oscuras o de color rojizo, normalmente sobre el dorso, esto es normal en la raza.
El pelo sano e hidratado se mostrará lacio y sin ondulaciones o rizos, así debe ser el pelo de nuestro maltés. El objetivo es conseguir un pelo largo, brillante y muy sedoso al tacto.
Para conseguir el buen aspecto de nuestro maltés deberemos cuidarlo tanto en sus baños semanales con cosmética adecuada como en sus cepillados diarios.
El champú intensificador de color blanco y el acondicionador nutritivo son los productos más apropiados. Evitaremos el uso de cualquier champús de blanqueamiento fuerte que pueda afectar a la salud de su piel y debilitar su pelo.
Una piel sana es fundamental para mantener un pelo tan nutrido, para ello aparte de una alimentación equilibrada, debemos aportar nutrientes externos.
El pelo bien nutrido no se anuda y además su elasticidad permite que el cepillo deslice por el pelo con facilidad, sin tirones. Por tanto sin rotura, lo que es clave para conseguir el manto largo y liso deseado. Para el cepillado es necesario un cepillo de púas metálicas suave, carda suave y peine apropiados. En aquellos ejemplares de pelo más lanoso de lo deseado, que tiende a anudarse con mayor facilidad, también será necesario un spray acondicionador Sueltanudos. La piel se debe mantener bien nutrida y limpia para evitar los picores que suelen ser motivo de picores y, en consecuencia de nudos.

Sobre el HABANERO
Aunque también los veremos blancos no es esa su capa habitual, pudiendo ser leonados, negros, marrones, rojizos y con manchas sobre estas capas, incluidas las negro y fuego, o leonado.
Es apreciado el color “habano”, marrón con tonos rojizos.
Además de estas apreciables diferencias con sus homónimos bichones, hay otras concretas para esta raza a tener en cuenta que desarrollamos a continuación. Son comunes con ellas su pelo largo, abundante, y suave.
La primera diferencia es que el pelo no bebe ser rizado, como el frisé, ni tan lacio como el del maltés, y si “preferentemente ondulado”.
También podemos encontrarnos ocasionalmente con una capa interna de pelo lanoso.
Pero lo importante para el cuidado de nuestro habanero es que siempre tendremos una capa de cobertura muy larga, suave, lacia u ondulada que puede formar mechas. Y, por supuesto, la cola con un flequillo de pelos largos y sedosos.
Lo más singular del habanero en relación a sus homónimos es su aspecto de perro pequeño pero recio y vigoroso, alejado de la fragilidad que podemos imaginar en otros “perros de compañía”.
Este aspecto es tan importante para la raza que el patrón racial de la raza incide especialmente en que no deben realizarse nunca arreglos en el pelo, ni tan siquiera igualar el pelo en longitud, salvo aquellos que, con buen criterio, atañen a los pies y hocicos y ojos si fuera necesario.
En el habanero las cejas pobladas fueron en origen muy apropiadas para proteger los ojos del viento. Actualmente, en su estándar cuenta con indicación clara de su posibilidad de arreglo.
También hay que apuntar la limpieza de sacos anales y el recorte de la zona que, sin dejar de ser atractivo para maltes y frisé, en el habanero, con extremo cuidado, es más sencilla y debe ser higiénica y terapéutica.
Para el cuidado de la higiene diaria de los ojos y de su manto comparte los consejos en cuanto a frecuencia de los baños y cepillados, compartiendo también el instrumental a utilizar. En este caso sería aconsejable utilizar un buen champú y acondicionador nutritivos para los baños semanales.