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Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.
Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.

Gos d’Atura Català Perro de Pastor Catalán

Un perro que desde sus orígenes ha experimentado una férrea selección basada en su eficiencia en el trabajo no tiene otro camino más que desarrollar una capacidad de desempeñarlo muy satisfactoria. Los pastores veteranos siempre ha sostenido que éste es un perro que trabaja por instinto, que más que atenerse a lo que se le ordena de manera mecánica, es capaz de tomar las decisiones más acertadas para la labor que está desempeñando.
Desgraciadamente, quedan pocos perros que dediquen su vida a guiar y agrupar rebaños, pero su enorme adaptabilidad le han llevado a “conquistar” miles de hogares, brindando mucha y muy buena compañía.
En un país con una tradición ganadera tan arraigada como el nuestro, los perros pastores han profilerado y acompañado al pastor desde tiempos muy lejanos.
En este grupo canino, debemos distinguir dos especialidades dentro de esta preciada labor de ayuda al propietario del rebaño: el perro ganadero, encargado de proteger al rebaño, de constitución grande, potente y fuerte, un can poderoso capaz de mantener alejados a los predadores naturales del ganado doméstico, así como a los ladrones, caso del Montaña de los Pirineos o el Mastín del Pirineo.
El segundo grupo lo componen perros más pequeños, rápidos y ágiles, seleccionados por su inteligencia y por su capacidad resolutiva, apasionados del trabajo de conducción del ganado. Entre ellos, destaca nuestro protagonista, el Gos d’Atura Català.
Los que trabajan con ellos en el campo, es decir, los pastores, afirman que estos perros pedírselo, alcanzan un grado tan desarrollado de complicidad con ellos, combinado con una capacidad resolutiva tal, que les convierte en la mejor herramienta posible.
Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.
Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.

Gos d’Atura Català (Perro de Pastor Catalán): Carácter

Dotado de una inteligencia muy apreciada, a la que suma una docilidad sin parangón y una disposición interminable para el trabajo, el Gos d’Atura Català cuenta con un equilibrio perfecto entre la actividad que desarrolla y la tranquilidad de su carácter. Estamos ante un perro eminentemente dedicado a su dueño, que es feliz trabajando con el rebaño, pero también acompañando a su familia a cualquier actividad que ésta realice al aire libre. Es algo receloso con los extraños, lo que le ha servido también para destacar en funciones de guarda de propiedades. Pero no debemos olvidar que este perro ha sido seleccionado para la función que le da nombre: «parar» al rebaño, impedir que entren en zonas cultivadas donde esto se penaba con fuertes multas. También se puede aplicar este término al perro que conduce, que agrupe y que ayude a guardar al ganado.

A pesar de esto, no se tiene certeza del origen de esta raza. No se ha podido establecer el momento en el que comenzó a ser utilizado por los ganaderos y pastores. Los que han estudiado su historia han seguido la pista de los perros pastores medianos y pequeños, de pelo abundante y colores pardos, que se extendieron por Europa, como el Pastor de Brie o el de Picart, perros de una antigüedad que se remonta incluso hasta el siglo VIII de nuestra era, cuando artistas franceses incluyen en sus obras pictóricas perros similares a estas razas francesas y que muchos incluyen en el tronco racial de los antecesores del Gos d’Atura Català.

Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.
Foto: El Mundo del Perro - Alberto Nevado.

La cabeza conecta con el cuerpo a través de un cuello sólido y musculoso, de escasa longitud y unido a los cuartos delanteros. Este cuerpo, como hemos adelantado, es ligeramente longilíneo, dotado de una musculatura potente y con unas proporciones que denotan agilidad y dinamismo. Su cruz queda bien perceptible a la vista, y da paso a una espalda recta, que no debe arquearse, que evoluciona hacia una grupa robusta, musculosa, ligeramente inclinada y que culmina en una cola insertada en una posición bastante baja, que puede ser larga, y si la medimos puede ir más allá del corvejón, o también corta, midiendo menos de 10 centímetros. Cuando está en reposo, la cola cuelga formando un gancho en su parte más baja. También es aceptable la forma en sable. En cambio, cuando el can está activo, la cola se eleva vivamente, pero sin llegar a enrollarse sobre el dorso.

La parte inferior de su cuerpo destaca por contar con un pecho ancho, bien desarrollado, que alcanza el nivel del codo. Deja paso a unas costillas curvadas, nunca planas, que ofrecen un espacio muy amplio a los pulmones, algo ideal para un perro que necesita esta gran capacidad torácica para resistir largas horas trabajando.

Su cuerpo está sustentado por unas extremidades fuertes, capaces de mover al perro en un trote flexible y enérgico, tan típico de los perros pastores, y que acelera cuando el galope es requerido por el trabajo.

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