Nuestras Razas > SCOTTISH TERRIER
Desde la Reina Victoria, pasando por Eisenhower, Kipling, Roosevelt, George Bush... muchos son los personajes relevantes que han tenido consigo a este terrier. Este cazador de alimañas de los Highland escoceses es uno de los más conocidos y extendidos de la gran familia que conforma el grupo tercero de la FCI. En su país de origen se le describe como un verdadero "gentleman", ya que es valiente pero reservado, paciente, tranquilo aunque enérgico cuando la situación lo requiere... Un pequeño gran tesoro escocés.
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Este pequeño terrier debe disfrutar de un movimiento uniforme, caracterizado por el empuje trasero potente, lo que le permite mantener un paso regular y desenvuelto. Esto es debido a unos miembros cortos pero fuertes y poderosos teniendo en cuenta el tamaño general del perro. Sus hombros son largos e inclinados, y dan paso a unos miembros anteriores rectos y con osamenta ancha. Se sostienen sobre unos pies de tamaño considerable, con dedos arqueados y juntos, y con unas almohadillas plantares muy resistentes. Estos pies anteriores son ligeramente más grandes que los posteriores.
Los miembros traseros son igualmente poderosos, comenzando en unas nalgas anchas y gruesas, muy musculosas. El muslo les acompaña en estas características, pasando por una rodilla angulada, unos corvejones cortos y fuertes, y apoyando en unos pies grandes, aunque algo menos que los delanteros.
Como su nombre bien le presenta, este terrier nació y se desarrolló en la tierra de Escocia. En sus orígenes, en las regiones altas de este país se englobaba entre los skye terriers, conformando este grupo junto a otros cuatro perros, el Cairn, el Skye, el Dandie Dinmont y el West Highland White Terrier. En cambio, una corriente de in vestigadores de l araza encuentra cierta controversia en la inclusión del Scottish en este grupo. Lo que sí ha quedado patente es la raza que nos ocupa y el Westie sí han llevado caminos bajo lazos muy estrechos en su desarrollo, encontrando sus orígenes en región Blackmount de Perthshire y el Moor de Rannoch.
Encontrar los orígenes exactos de este perro resulta sumamente complicado. Su función, la de acabar con los animales que resultaban perjudiciales con las granjas, como todo tipo de roedores, tejones o zorros, está registrada en escritos muy antiguos, pero la primera referencia que alude a un perro del tipo del Scottish aparece en "La historia de Escocia 1436-1561", de Don Leslie. Otra referencia siempre citada es el cuadro pintado por Sir Joshua Reynolds. Se trata de un retrato de una joven acariciando un perro de una apariencia muy similar a la de nuestro Scottish Terrier.
Pero si buscamos un personaje de la historia del hombre con influencia en el desarrollo de la raza, debemos hablar del rey Jacobo VI de Escocia. En el siglo XVII este monarca regaló seis perros a un monarca francés. Aquellos terriers eran los precursores de la raza, y la devoción del rey por la raza consiguió que ésta fuera conocida y se extendiera fuera de las fronteras escocesas.
En su historia más reciente, entrado ya el siglo XIX, los autores clasificaban a los terriers de Gran Bretaña en dos grandes grupos, el de pelo duro (Scottish Terrier) y el de pelo liso (terrier inglés). Desde entonces, muchos autores se han decantado por el primero de estos grupos a la hora de hablar del terrier típico de las Islas Británicas, como hizo Thomas Brown en su obra "Apuntes biológicos y anécdotas auténticas de perros" en 1829, donde incluye lo siguiente: "El Terrier Escocés es sin duda el más puro desde el aspecto de la raza y el inglés (liso) parece haber sido producido por una cruza con él." Este autor describió a este perro como "bajo en estatura, con un cuerpo fuerte musculoso, patas cortas y gruesas, una cabeza grande en proporción al cuerpo" y añadió que se presentaba "generalmente de color arena o negro con un pelo duro, enredado y largo". Esta descripción nos lleva a pensar en el Scottish Terrier como aquel pequeño terrier con pelo duro desarrollado para la caza menor en las Tierras Altas (Highlands) de Escocia durante el siglo XIX.
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| Red Viking Radiant y Red Viking Lucky Prop Ana I. Rosa y Ricardo Rojas (Afijo Kennel Red Viking) |
El carácter de estos perros se encuadra dentro de los rasgos típicos comportamentales que demuestran muchos terriers. Son seguros de sí mismos, valientes hasta rozar e incluso sobrepasar los límites que alcanzan la temeridad. La independencia también es un rasgo de su componente racial. Son perros que en la caza se bastan para reducir a animales más corpulentos, lo que siempre ha tenido un peso significativo en el desarrollo de los ejemplares de esta raza. Con su familia demuestra un cariño “especial”. Muchos le han tildado de distante, pero esto no es más que un apéndice de esa independencia y autosuficiencia en el trabajo. Quien conoce al Scottish sabe que es un perro leal, afectuoso, atento a su dueño, sobre todo a aquellos con los que “trabaja”, es decir, con los que comparte sus paseos, sus juegos y sus sesiones de educación y adiestramiento.
| Raymi Ayelén of Tentation Criador y Prop José Eduardo Salinas Fresco |
Texto: Antonio López Espada.
Como hemos visto, este perro fue concebido para utilizarlo como herramienta de control de alimañas. Por ello, se precisaba un animal compacto que pudiera seguir a estos indeseables animales hasta sus madrigueras y escondites, que generalmente se hallaban bajo tierra. Es por esta razón que sus miembros son cortos pero ostenta una cabeza fuerte, larga y grande en comparación con la talla general de su cuerpo. Esta característica nace de la necesidad de plantar cara y reducir a animales más grandes y fuertes, como el zorro o el tejón. Por ello, para describirlo, muchos expertos en la raza aluden a una frase ya generalizada y que encontramos en su estándar oficial FCI: "presenta una imagen de gran potencia y actividad en un volumen reducido".
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