Nuestras Razas > DOGO ESPAÑOL
Pasa con el dogo español, para fortuna de todos, que pese a su “perpetua” caída, constante en los últimos cien años, nunca se disolvió, de manera absoluta, en el mar de los olvidos.
Demasiados años de retazos, incapaz de persistir en algo que no fuese poco más que un testimonio residual de nuestros perros de presa, terminó despertando un cierto sentido de responsabilidad en un reducido grupo de entusiastas, patrios y foráneos, en el crepúsculo de la primera década del presente siglo. Determinante, en este sentido, fue la involucración de personas tanto de dentro como de fuera de nuestro país y que habían participado, de diferente forma, en procesos de esta naturaleza, como por ejemplo la recuperación del Alano español o del propio Cane Corso.
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| Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.). |
Texto: Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.)
PATRÓN RACIAL
- RESEÑAS HISTÓRICAS:
Durante el periodo comprendido entre finales del s. IV y el s.V, el pueblo alano va ocupando amplias zonas del sur de Europa, entre otras la península Ibérica.
Este pueblo se hace acompañar por sus perros de presa, los cuales se mestizan con los poderosos perros traídos a la península por fenicios y romanos, principalmente.
Mestizaje que da origen al que más tarde sería llamado Dogo, Presa o chato español entre otras sinonimias. Su nombre se debe principalmente a sus excelentes cualidades en el manejo y control del ganado bovino de tipo bravo y semibravo, oriundo de la península Ibérica.
Más tarde, la aparición de la tauromaquia, haría que estos jugaran un papel destacado en la misma, en la denominada suerte de perros, hasta principios del s.XX.
También, por sus excelentes cualidades para la defensa y la guarda, sería utilizado como perro de guerra, siendo muy apreciados por militares de otras naciones, en especial para el control de sublevados en las Américas.
Texto: Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.)
Desde el punto de vista de la distribución poblacional, cabría destacar Noruega; país que a día de hoy cuenta con más del 22% de la población censada, posicionándose como el segundo país de referencia de la raza y bastión fundamental de la misma, especialmente a lo que al norte europeo se refiere.
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Texto: Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.)
Por tanto y retomando nuevamente el estado de nuestro Dogo Español. Si queremos salvar de la extinción, de manera definitiva, a nuestra mítica estirpe de perros de presas españoles, pieza fundamental para entender el rompecabezas de los molosos pesados de presa de la facha occidental europea, será necesario redoblar esfuerzos, implicando a cuantos más aficionados mejor y aplicando similar receta en lo que a entidades públicas y privadas se refiere. Toda ayuda es poca, por pequeña que parezca. Un mero aficionado poniendo un ejemplar en su casa, supone una enorme contribución a la causa.
Texto: Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.)
El carácter poliédrico de la raza, le dota de una envidiable polivalencia funcional, haciendo que la misma sea un ideal perro de trabajo, familia, guarda, defensa y caza, en la mayor de las veces, apreciándose todas estas cualidades, a una misma vez, en un mismo individuo.
Motivo este, por el cual, hoy podemos disfrutar viendo como ejemplares de la raza rinden al más alto nivel en entornos tan exigentes como por ejemplo UCO-K9, rehalas de caza mayor y núcleos familiares, mostrándose en este último caso como ideales protectores, especialmente, de los más pequeños del hogar.
Texto: Club Nacional del Dogo Español (C.N.D.E.)
Es entonces cuando se fragua y se traza un minucioso plan con el fin de recuperar esta antigua estirpe de perros autóctonas y darle viabilidad independiente como raza reconocida. Raza, no olvidemos, que había contado durante décadas y de manera sistemática y constante, con reconocimiento oficial, tanto dentro como fuera de nuestro país, bajo la nomenclatura de presa y/o dogo español.
| Cachorro Afijo de Los Tercios. |
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