Muchos aficionados europeos lo ignoramos casi todo acerca de las razas caninas que no son reconocidas por la FCI (Fédération Cynologique Internationale), la icónica organización con sede en Bélgica que aspira a estar extendida por todo el mundo. Lo cierto es que, tras algo más de cien años desde su última “refundación”, esta aspiración de la FCI colisiona con la realidad en algunas áreas del planeta, llamando principalmente la atención su ausencia de una geografía tan social y económicamente importante como Norteamérica. Ni Canadá ni EE.UU cuentan con organización alguna afiliada a la FCI, lo que explica su tradicional “dar la espalda” a la cinología de esos países. Esta circunstancia se extiende a la cinofilia del Reino Unido.