Deporte en el que una persona lanza un disco o frisbee para que un perro los capture en el aire, llegando a complicar esta sencilla acción hasta límites que rozan lo imposible
Cualquier persona, independientemente de su género o edad, puede realizar este deporte, sólo necesita un perro capaz de atrapar el disco. El deporte, en sí mismo, se puede practicar en cualquier sitio llano con un poco de espacio, aunque se recomienda que tenga un suelo «acolchado» (tierra o hierba), para evitar que las articulaciones de los perros sufran durante los saltos. Sólo hacen falta varios discos (o uno dependiendo de la modalidad elegida). Es, por tanto, un deporte barato en comparación con muchos otros.